FOTO: NASCAR Media

Desde un tweet hasta una declaración oficial. De ambas formas ha sido la forma en la que Kyle Busch expresa su interés para correr las «500 Millas de Indianapolis».

En el marco de la competencia de la serie NASCAR en Bristol, Tennessee, el campeón de la Copa Sprint volvió a dar indicios de participar en la carrera más famosa del mundo; aunque no será el mes próximo, asegura que hay interés de sus patrocinadores.

«Fue algo divertido escuchar que podría haber una oportunidad ahí si continúo mi relación con ellos del lado de Cup al lado de IndyCar», declaró. «Tenemos que trabajar en esos detalles y ciertamente no va a pasar este año, pero quizá en futuros años veremos lo que podamos construir».

El piloto de Joe Gibbs Racing siempre había declarado que su enfoque era ganar el campeonato de la primera división de los stock cars para después explorar otras oportunidades, pero al haberse coronado el año pasado, su principal desafío es convencer a su jefe, Joe Gibbs, y a su esposa Samantha, quienes no son tan adeptos a los autos monoplaza.

«Joe será el más difícil (de convencer), eso es seguro. Samantha no es necesariamente fan de ello pero he hablado con ella un poco y sólo dice ‘Estaré ahí cuando el tiempo llegue, pero no me lo digas'».

El interés de los regulares de NASCAR ha crecido en los últimos años: el hermano de Kyle, Kurt Busch, quedó sexto en la edición 2014 de la gran carrera y, a pesar de tener posibilidades de volver con Andretti Autosport para este año, prefirió concentrarse en su campaña en Cup; Brian Vickers se menciona como posible volante del tercer auto de Schmidt Peterson. 

La conversación relacionada con Busch comenzó con un tweet hace aproximadamente un mes.