El Fast Friday se ha convertido en el día con las mejores velocidades del Mes de Mayo rumbo a las «500 Millas de Indianápolis».
La última sesión de prácticas antes de los dos días de calificación se caracteriza porque se hacen ajustes al turbocargador para aumentar su presión a 1.4 bar (140 kPa), lo cual se traduce en tener 90 hp extra.
Se está especulando que los promedios de velocidad sean los más altos desde 1996, superando incluso el 232.164 mph que le valió la pole a Scott Dixon en 2017. El año pasado, Alexander Rossi y otros siete pilotos superaron las 231 mph sin succión en esta sesión.
Sin embargo, la cancelación de la actividad del miércoles por lluvia alteró los planes de los equipos participantes, al grado de que algunos – en especial gente de Chevrolet – adelantaron las simulaciones de calificación al jueves, ya que se esperan condiciones muy ventosas – que implican mucha turbulencia – para este viernes.
No es algo usual, pero tampoco inesperado, al ser planes de respaldo que las escuadras trazan en caso de ser necesario.
«Sólo condensa el plan», comentó Ed Carpenter, único piloto-propietario en la parrilla. «Todavía tenemos que hacer la misma cantidad de trabajo. Pueden ver que todos tienen un enfoque diferente sobre cómo administran el trabajo».
«Creo que nuestro equipo y Andretti probablemente tenían más filosofía que la que tenían los autos de Ganassi, una filosofía un poco diferente. Pero es lo mismo para todos».
«Sería peor si perdieras hoy (jueves) y otras personas estuvieran en el buen camino, pero el hecho de que nadie corriera, creo que condensa todo el trabajo que tenemos que hacer».
Y es que, a pesar de que se escucha como una cantidad grande, 17 horas de ensayos durante la semana es un programa condensado para los equipos, ya que da tiempo para practicar todo tipo de simulaciones; alta, media y baja carga aerodinámica, corridas de 10, 20 ó 30 vueltas, en solitario, en tránsito, haciendo todo tipo de ajustes en suspensión, mapeo de motor, inclinación, presión de llantas, etc.
Pero a la hora de entrenar rumbo a la calificación, independientemente de que no habrá Bump Day, los límites son más altos porque se trata de ir al límite, pero enfrentando condiciones que podrían – o no – presentarse al momento de buscar un lugar en la parrilla.
El hecho de que haya condiciones extremas este viernes – vientos de más de 30 mph – sólo añade al estrés por ver qué ventaja saca un equipo de otro rival, en una de las parrillas más competitivas de la historia de IndyCar.
«Creo que es importante comprender las condiciones en las que vas a correr», explicó Graham Rahal.
«La dirección del viento es muy importante, particularmente en la calificación, solo para entender dónde vas a tener más problemas y dónde estará en la nariz y muy suelto y dónde podría ser realmente agresivo para que puedas anticipar eso con tus herramientas».
«Claramente, esta pista requiere un alto nivel de confianza en tu equipo y en tu conjunto de habilidades para poder manejar cualquier cosa que se te presente. Creo que se necesita un nivel muy alto y un nivel de concentración muy intenso porque puede salir mal muy rápido a este tipo de velocidades».
«Creo que todos tenemos la confianza para salir y perseguirlo todo el tiempo. Pero ciertamente no puedes dejar que tu mente se desvíe aquí como lo harías en un par de otros lugares. No es que alguna vez lo quieras, pero aquí tienes que estar seguro».
Adicionalmente, todos se enfrentan a un formato de calificación distinto al de los últimos años que, en principio, generará más riesgos a quienes avancen al Fast 12 del domingo.
Hay amenaza de lluvia para la jornada del sábado, por lo cual es posible que sólo haya tiempo para que los 33 participantes salgan una vez a registrar tiempos; pero al día siguiente, quien logre la pole habrá tenido que salir dos veces a completar cuatro vueltas lanzadas.
Considerando que el gran trofeo se entrega en una semana, todos analizarán si el riesgo de salir varias veces vale la pena, pero al final, los mismos factores de todos los años (el momento de salir a pista y la condición del clima en dicho instante) influirán en el resultado.
«Cuando lo miras, parece que había nueve y ahora hay doce, pero cuando realmente miras cuántos autos buenos hay, llegar a esos doce será una hazaña en todo el tablero», afirmó Tim Cindric, presidente de Team Penske.
«Miren la cantidad de autos que tenemos y Andretti tiene y Ganassi tiene y McLarens y Rahals y Coynes, son rápidos. Definitivamente va a ser una hazaña pasar el sábado, así que creo que ciertamente nos estamos preocupando por el sábado antes que por el domingo».