
El campeonato 2023 de IndyCar se completará con tres carreras que se realizarán en los próximos tres fines de semana.
La atención principal estará sobre Álex Palou, quien puede amarrar el bicampeonato este domingo en el óvalo de Gateway, siempre y cuando salga con ventaja de 108 puntos sobre Scott Dixon y Josef Newgarden, los únicos que tienen posibilidad matemática de superarlo.
Pero hay otras batallas a lo largo del grupo, siendo la del neozelandés y la del estadounidense la que sacará chispas, ya que sólo cuatro unidades los separan en la contienda potencial por el subcampeonato.
Ambos también están alejados de una zona en la que cualquier cosa puede pasar: Scott McLaughlin ha logrado escalar hasta la cuarta ubicación, pero 30 puntos lo separan de Will Power, séptimo en la general. Entre los dos pilotos de Team Penske están Pato O’Ward y Marcus Ericsson.
El mexicano es el “mejor del resto”, al no ser parte de los dos equipos más poderosos del paddock, por lo que Christian Lundgaard no puede tomar ese título; sin embargo, el danés es octavo, 35 puntos detrás de Power y superando por 18 a Kyle Kirkwood, quien pelea con Alexander Rossi y Colton Herta por el Top 10 general. Del danés a los estadounidenses, la diferencia es de 28 puntos.
Oficialmente, la contienda por el “Novato del Año” está en juego; pese a que tiene distancia de 28 puntos sobre Agustín Canapino, el neozelandés Marcus Armstrong no participará en esta fecha, por lo que será una oportunidad para que el argentino estreche distancias y prolongue la disputa lo más posible.
Y por supuesto, está la lucha particular que ocurre al fondo de la parrilla año con año, que involucra al Programa Leaders Circle, el cual otorga poco más de un millón de dólares a los 22 autos elegibles dentro del Campeonato de Propietarios.
Antes de explicar, es importante destacar que la contienda es extraoficial, ya que al no haberse materializado los planes de todos los equipos para 2024, todo está sujeto a modificaciones; por ejemplo, si una escuadra se contrae para tener menos autos de tiempo completo. INDYCAR sólo permite tres coches por equipo en el programa, a excepción de Andretti Autosport, el único que ha mantenido cuatro inscripciones en todas las carreras en los últimos 20 años.
Pero hoy por hoy, hay no menos de siete autos en la pelea, siendo el No. 60 de Meyer Shank Racing el que tiene el último provisional con 148 puntos.
Linus Lundqvist, quien hará su debut oval en IndyCar, tendrá entre sus encomiendas ampliar la ventaja de dos unidades que su auto tiene sobre el No. 30 de Rahal Letterman Lanigan Racing, que será ocupado por Conor Daly en esta carrera, y de tres ante el No. 29 de Andretti Steinbrenner Autosport.
El No. 78 de Canapino y Juncos Hollinger Racing tiene tres puntos más que el No. 60, mientras que el No. 20 de Ed Carpenter Racing y Ryan Hunter-Reay lo supera por seis. Tanto el No. 06 de Meyer Shank como el No. 14 de AJ Foyt Racing cuentan con un colchón mayor a 20 puntos.
De todos, Daly es quien registra más estadísticas favorables en St. Louis: un quinto lugar (2017) y cuatro Top 10’s, por lo que tratará de repetir esas actuaciones.
“Hay algo que siempre ha sido especial en Gateway para mí”, dijo. “En la primera prueba que todos hicimos ahí en 2017, fui el más rápido por bastante tiempo y todos pensaron que estábamos haciendo trampa. Estaba con Foyt (Racing) en ese momento y desde entonces siempre he disfrutado manejar ahí”,
“La forma en que funcionan los neumáticos, la estrategia y todo eso ha hecho que sea una pista que se adapta a mi estilo de conducción y me encanta el evento. Todavía desearía que fuera una carrera nocturna, pero Bommarito Auto Group y todo el grupo que promueve el evento hacen un gran trabajo”.
El óvalo de Gateway, la fecha impredecible de Portland y lo desconocido de la repavimentada pista de Laguna Seca serán los escenarios en los que todas estas batallas se definan.
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