Josef Newgarden no sólo está determinado a terminar con su racha de subcampeonatos de IndyCar, sino también a ser el primer piloto desde la reunificación de categorías que se corona antes de la última carrera de la temporada.
El estadounidense tiene dos títulos en la categoría y, pese a que todavía está buscando su primera victoria en las «500 Millas de Indianapolis», se perfila para ser uno de sus estadounidenses más exitosos en la especialidad de monoplazas del país.
Sin embargo, Newgarden ha salido subcampeón en los tres últimos años: en 2020, aún con cuatro triunfos, poco le faltó para alcanzar a Scott Dixon, quien lideró el certamen de principio a fin, mientras que en 2021 se encontró con el segundo lugar gracias al final accidentado de campaña de Pato O’Ward, aunque lejos de Álex Palou.
El año pasado tuvo más vaivenes, ya que se convirtió en el primer piloto desde 2016 en conseguir cinco triunfos en un año, pero nuevamente se quedó a las puertas de la corona, que cayó en manos de su coequipero en Team Penske, Will Power.
Tras lo que calificó como un 2022 extenuante en lo psicológico, Newgarden no aceptará nada más que no sea la Copa Astor en el torneo. Si es antes de la ronda final, algo que no pasa desde la ultima celebración de Sébastien Bourdais en Champ Car en 2007, mejor.
«Me carcome, seguro. Es molesto, no hay duda. ¿Cómo podrías no sentirte frustrado por eso? Creo que es normal, muy frustrante», expresó en los Días de Contenido de inicios de mes.
«Trato de tomar la frustración y simplemente ponerla como motivación. ¿Cómo vamos a construir una brecha más grande donde eso ni siquiera es posible? Ni siquiera quiero estar jugando con eso al final del año».
«En un mundo ideal, si llegamos al final de una temporada en la que no tengamos que meternos con la brecha, si podemos quitar eso del camino, eso sería ideal. Ahí es donde está mi mentalidad, ¿cómo llegamos a ese lugar donde ni siquiera está sobre la mesa?».
«Creo que no soy tan arrogante como para creer que eso es fácil. Parece casi imposible en estos días hacer eso. Creo que eso es válido. Es muy difícil hacer eso, lo entiendo. Pero todavía quiero encontrar una manera en la que podamos llegar a un lugar donde no tengamos que meternos con eso».
Al menos en los dos últimos años, Newgarden fue víctima de las circunstancias de calificaciones o carrera, y victimario por los errores que él o su equipo cometieron.
En 2021, se dedicó a recuperar terreno tras el accidente múltiple que generó en la primera vuelta del GP de Alabama y la falla mecánica que sufrió en el cierre de la cita en Road America, misma que dominó. El desarrollo de la lucha entre Palou y O’Ward aún le permitió llegar a la final en Long Beach con opción matemática mínima.
Para 2022, se puede elegir cualquiera de las siguientes como una causa por la que no llegó el tricampeonato: malas actuaciones en St. Petersburg, Alabama y la Indy 500, la falla mecánica que derivó en su accidente en la segunda manga en Iowa Speedway (que estuvo a punto dejarlo fuera de acción por una semana), estrategias fallidas en Detroit y Portland, errores de su grupo de pits en Toronto y sus despistes en el primer GP en el Speedway y la calificación de la final en Laguna Seca.
Sumado a las actuaciones de Palou en 2021 y de Power el año anterior, en las que dejaron margen mínimo de error a la oposición, obligan a que el enfoque sea el ejecutar lo más perfecto posible en 2023.
Pero tal como lo mencionó el australiano, Newgarden sabe que la capacidad de adaptarse a las circunstancias de un campeonato tan cerrado como el de INDYCAR es la clave para ser el piloto a vencer.
«Puedes tener una mala carrera. Simplemente no puedes tener tres o cuatro de esas. Tres o cuatro son muchas», explicó.
«Creo que la complexión de cada año es diferente. Siempre ha sido difícil para mí evaluar las cosas comparando año tras año. Todos son diferentes. Hay algunos años en los que probablemente podrías permitirte tres o cuatro carreras malas. El año pasado no fue un año en el que pudieras permitirte eso».
«Depende de quién esté teniendo un gran año. A veces, las personas simplemente tienen una buena racha y nada parece salirles mal. Es la naturaleza de la bestia».
Por segundo año consecutivo, habrá cambios en el grupo de trabajo del auto No. 2 de Newgarden y Team Penske: Eric Leichtle, quien reemplazó a Gavin Ward durante la temporada, fue reubicado dentro de la organización mientras Travis Law, car chief por varios años, está ahora en el programa de Porsche.
Como ingeniero principal estará Luke Mason, cuya experiencia incluye ser Ingeniero de Performance en Carlin, en los autos de O’Ward, Charlie Kimball y Max Chilton de 2018 a 2020, siendo además estratega del británico en 2021. También laboró en equipos de GT y en Richard Childress Racing. En la jefatura del auto se posicionará Chad Gordon.
Aunque será otra vez forjar un proceso nuevo de comunicación, Newgarden no tiene duda respecto a que los resultados en la pista se reflejarán de inmediato.
«Hay aspectos positivos. Siempre tengo una gran confianza en quien está a mi alrededor en Team Penske. Somos capaces de atraer a algunos de los mejores en cuanto a talento. Me siento confiado para trabajar con cualquiera que esté en la puerta», comentó.
«Podrían poner a cualquiera conmigo y estaré feliz de encontrar una manera de aprovecharlo al máximo. Pero no quiero decirlo así. No soy yo quien lo aprovecha al máximo. Voy a trabajar con grandes personas».
«Pero hay muchas personas nuevas en el auto No. 2 nuevamente. Va a ser un nuevo jefe de equipo, nuevos mecánicos. Hay muchas caras nuevas de nuevo esta temporada. Pero hay cierta continuidad ahí. Creo que podremos hacer que todo el mundo se solidifique bastante rápido».
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