El equipo DragonSpeed, cuya experiencia se ha centrado en las carreras de resistencia, participará en cinco competencias de la IndyCar en 2019.

La organización estadounidense se inscribirá a la edición 103 de las «500 Millas de Indianápolis», así como a las competencias de St. Petersburg, Barber, Road America y Mid-Ohio, al adquirir un chassis Dallara y asociarse con Chevrolet. El británico Ben Hanley, subcampeón de la Fórmula Renault 3.5 Series en 2007, estará al volante del monoplaza que han adquirido de Dallara.

«IndyCar está disfrutando un alza mayor gracias a la calidad de las carreras producidas por las reglas actuales», comentó su director Elton Julian. «Los aficionados lo ven, los equipos lo ven, las constructoras y patrocinadores lo ven, y creo que NBC lo vio cuando decidieron tomar la cobertura de televisión».

«Con tanto interés de nuevos participantes, estamos agradecidos también por el apoyo de IndyCar en nuestro intento para unirnos a la serie y a Chevy por hacer espacio para nosotros en su programa de motores».

Fundado en 2007 y con sedes en Francia y Florida, DragonSpeed tiene experiencia en la mayoría las categorías importantes de autos prototipos y deportivos, desde la American Le Mans hasta la Pirelli World Challenge, logrando el título de la European Le Mans LMP2 en 2017, en asociación con G-Drive Racing. Este año expandió sus operaciones al WEC, tanto en la división LMP1 como en la LMP2; en esta última sumaron un podio con el ex Champ Car, Roberto González; el ex F1, Pastor Maldonado, y Anthony Davidson.

Hanley, de 33 años y quien es uno de sus pilotos en la categoría estelar del Mundial, hará su debut en pista en las pruebas de pretemporada que se llevarán a cabo en Austin, Texas, del 12 y 13 de febrero.

«Para el equipo, es cuestión de nuestra experiencia de crecimiento el estar al tanto de nuestras ambiciones», comentó Julian. «Las últimas temporadas de carreras de resistencia nos han dado una plataforma intensiva para desarrollar nuestra preparación, ingeniería de carreras, pit stops y habilidades de estrategia. También tenemos credenciales fuertes en monoplazas en el equipo, y el ritmo y sensación al detalle excepcionales para la puesta a punto y llantas deben ser un gran activo».

«Nada de esto es para subestimar la dificultad del desafío de adelante, porque IndyCar es la serie más dura en la que hemos participado, con la carrera más grande del mundo como su pieza central».

«Del otro lado, no llegamos de las carreras en clubs hace una década al título de la Pirelli World Challenge en 2015 a prototipos en Le Mans sin escalar algunas montañas, y tomo mucha confianza del talento y espíritu de la gente que hemos juntado para la siguiente cima».

Luego de preparar su llegada a la serie desde el otoño, el siguiente objetivo de DragonSpeed será incursionar en la IndyCar de tiempo completo en 2020, organizando sus compromisos en el WEC.