El icónico casco azul con aros amarillos volvió a las pistas de la mano de su propietario, Sébastien Bourdais.

Hoy lunes, 72 días (dos meses más once días) después de su infortunado accidente en las clasificaciones para las «500 Millas de Indianapolis», el tetracampeón de Champ Car acumuló más de 80 vueltas al volante del auto No. 18 en el circuito de Mid-Ohio, en un test que describió como «positivo».

«Es grandioso estar de vuelta en el auto y sentir que nada ha cambiado», dijo a IndyCar.com. «Dos meses y medio han pasado y volver al auto, te metes al asiento y te sientes bien».

Al francés le tomó un poco de tiempo tomar velocidad en el trazado permanente, además de que su cuello debió acostumbrarse de nuevo a las exigencias de las Fuerzas G, pero por la tarde, todo salió de acuerdo con el plan, sin tener algún dolor en su cadera o pelvis, ni efectos secundarios.

«He estado levantando pesas y demás, pero es muy duro cuando estás fuera del auto», reconoció. «Estoy seguro que si regreso mañana, me sentiría mejor, pero en el primer día, el cuello queda en shock. Como si dijera: ‘¿Qué estás haciendo?'»

Con este exitoso test, Bourdais visitará a los doctores de la IndyCar después del receso de verano para recibir la autorización oficial para correr en eventos oficiales.

Inicialmente, está previsto que corra en la final de temporada en Sonoma Raceway, el 17 de septiembre; sin embargo, de acuerdo con lo que dijo Coyne a IndyCar.com, su inscripción a Watkins Glen dependerá de la actuación de Gutiérrez y de Ed Jones tanto en St. Louis como en Pocono, lo que se entiende en que el equipo dependerá de los recursos disponibles al finalizar el mes de agosto. Al momento, quedan solo tres chassis disponibles para el resto del año.

«No quiero poner una carga en el equipo al arreglar autos y correr un tercero para mí, entonces tendremos que esperar y ver», expresó a RACER.com.

«Yo choqué, me lesioné e hice este problema, entonces no quiero ser otro problema para ellos».

Trascendió esta tarde que, entre sonrisas, Bourdais dijo que la idea de dejar a Gutiérrez en pista para el reinicio final de la competencia de ayer domingo, entre los líderes «fue suya», a pesar de los dichos de Graham Rahal y Will Power, quienes pidieron cambios en el procedimiento de reinicios, entre otros aspectos.

Al menos fue lo que Jim Ayello, de The Indianapolis Star, compartió en Twitter.

«Todos están peleando por algo. Intentamos devolverlo a la vuelta del líder en toda la carrera. Cuando la amarilla finalmente llegó, era muy tarde, pero llegó», comentó.

«Quizá suena estúpido jugar con los líderes, pero tienes que pelear por tu propia carrera, mientras no interfiriere con su pelea, y no lo hizo. No tuvo ningún efecto en ellos. Fuimos muy conscientes de lo que estaba pasando alrededor de nosotros».

El autódromo de Mid-Ohio sigue rentado por IndyCar, ya que mañana será el primer test del aero kit para circuitos mixtos y óvalos cortos de 2018, con Juan Pablo Montoya y Oriol Serviá en los controles.