51 años después del heroico triunfo de Ken Miles y Lloyd Ruby, Ford regresó a la victoria en las «24 Horas de Daytona» gracias a Chip Ganassi Racing, quien comenzó 2017 con el pie derecho.

El vehículo GT No. 66, con Sébastien Bourdais, Dirk Mueller y Joey Hand, se quedó con el triunfo en la división GTLM de la prueba de resistencia perteneciente al serial IMSA,  además de ser quintos en la clasificación general.

Sin embargo, el tetracampeón de Champ Car se mostró nervioso durante la definición del domingo.

«Empecé a ver a Joey (en el pit del equipo) y él estaba comenzando a ponerse tan pálido como yo», dijo al portal oficial de la categoría. «Fue muy incómodo, pero no podía estar tan orgulloso de estos muchachos como lo estoy. Fue un trabajo increíble el que Dirk hizo al final para que esto se diera».

Después de una de las luchas más intensas en los últimos tiempos, en la que siete autos de cuatro distintas marcas llegaron en 7.5 segundos de separación, Mueller defendió los embates del nuevo Porsche 911 RSR de Patrick Pilet, de quien se pudo separar en el último sprint de 13 vueltas.

«Dirk lo hizo en el final», dijo. «Siempre es de esta manera en Daytona. Casi no importa lo que ocurra en las primeras 23 horas y media, todo importa desde la última bandera amarilla».

Para Bourdais, piloto de Dale Coyne Racing en la IndyCar, es su segundo triunfo en esta competencia, luego de vencer en la clase estelar en 2014 con Action Express Racing; situación similar para Hand, campeón de la Star Mazda (hoy Pro Mazda) en 1999, quien también con Ganassi logró la primera posición global en 2011.

El francés fue el mejor de los ocho regulares de la IndyCar en la edición No. 55 de la prueba de resistencia, en una jornada en la que la mayoría no tuvo la mejor de las actuaciones. Tony Kanaan, en otro de los cuatro Ford GT’s, finalizó quinto, a pesar de los esfuerzos por alcanzar al Ferrari F488 de James Calado y al Chevrolet Corvette CR.7 de Antonio García.

En cambio, Scott Dixon fue 10° de entre los 11 inscritos, luego de que un trompo de Ryan Briscoe dañara el spoiler trasero de su deportivo; las reparaciones le costaron 28 vueltas al neozelandés.

En la división GTD, Ryan Hunter-Reay se quedó a menos de tres segundos del podium, al obtener la quinta colocación con el nuevo Acura NSX GT3 de Michael Shank Racing; en cambio, después de luchar por la victoria, el vehículo No. 93 de la filial de Honda, en el que participaba Graham Rahal, tuvo un problema con la carrocería y una salida de pista en las últimas dos horas, quedando relegado al puesto 11.

Los Prototipos vieron el abandono de las dos máquinas Mazda DPi, una vez más, por fallas de fiabilidad: Spencer Pigot rodaba en el Top 5 hasta que en la mañana del domingo, el motor MZ expiró, provocando un incendio en la zona de pits. Por su parte, James Hinchcliffe tuvo problemas en la transmisión del vehículo, lo que lo obligó a permanecer en el garage por varias horas; al final, se retiró con 28 minutos restantes.

En Prototype Challenge, Conor Daly no pudo hacer magia con su llamado de último minuto con Starworks Motorsport, porque debido a los múltiples accidentes que sufrió su ORECA FLM09, tampoco finalizó el evento.

Ex pilotos del automovilismo de monoplazas en Estados Unidos y graduados del Mazda Road to Indy (Indy Lights, Pro Mazda o USF2000) destacados fueron James French y Patricio O’Ward, quienes corrieron en 2016 en Indy Lights y Pro Mazda, respectivamente, y ganaron la división PC con Performance Tech Motorsports.

Daniel Morad, quien alcanzó a correr en dos eventos de Indy Lights en 2011, fue parte del conjunto ganador en la clase GTD con Alegra Motorsport, por delante de Connor De Phillippi, ex Formula Atlantic quien corrió con Montaplast by Land-Motorsport.

Christian Fittipaldi quedó 2° en Prototypes, a seis décimas de los ganadores, el equipo Wayne Taylor Racing, mientras Scott Sharp, Luis Felipe «Pipo» Derani y Ryan Dalziel, quienes fueron 4° con Extreme Speed Motorsports.

Wayne Taylor Racing también está asociado con Cape Motorsports en la Pro Mazda y la USF2000.