Marcus Ericsson pasó de montarse sobre el auto de Sébastien Bourdais a ganar la primera edición del Music City Grand Prix de la IndyCar en Nashville.
En la cuarta de las 80 vueltas pactadas para este domingo, medio auto del sueco voló por los aires, luego de no frenar a tiempo cuando el francés redujo la marcha, mientras se encontraban en la parte media del grupo, ya que estaban tras un reinicio.
Pese a que tuvo que parar en pits para cambiar su alerón delantero, el caos que se generó en la competencia le permitió acertar, con mucha suerte, la estrategia. En el siguiente relanzamiento se metió a pits por combustible y después tuvo que cumplir un Stop & Go por el accidente. No obstante, alcanzó al grupo en la neutralización que Scott McLaughlin generó por un trompo en la vuelta 16.
Las dos siguientes banderas amarillas, una de las cuales se convirtió en bandera roja por una carambola que ocasionaron Will Power y Simon Pagenaud en la vuelta 20, dividieron las estrategias en dos partes, pero Ericsson tuvo un tercer plan que lo vio tomar el liderato en el 33º giro.
A la postre, el piloto de Chip Ganassi Racing sólo hizo dos detenciones adicionales, por lo que gracias a que hubo otros cuatro periodos de precaución, retomó el primer puesto e intentó llegar al final con 35 giros en el tanque, además de que tuvo que contener los embates de Colton Herta, quien tuvo el auto más rápido del evento y lideró 39 vueltas.
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La presión del estadounidense se convirtió en un error a seis giros de la bandera a cuadros, cuando bloqueó los frenos y golpeó la barrera de llantas de la Curva 9. La situación volvió a provocar una bandera roja.
Con ello, en un sprint de dos giros, Ericsson sólo tuvo que mantener a raya a Scott Dixon, quien completó las últimas 50 vueltas con el mismo set de neumáticos duros, para tomar su segundo triunfo en IndyCar y en la categoría, con lo que se consolidó como la quinta fuerza en la carrera al título.
Dixon y James Hinchcliffe completaron el podio en una carrera que tuvo nueve banderas amarillas y ocho abandonos. La carambola que generaron Power y Pagenaud en la vuelta 20 acabó con las carreras de Takuma Sato y Jimmie Johnson, quien fue descalificado por hacer reparaciones no autorizadas durante la bandera roja.
Rinus VeeKay también salió con daños en su máquina, pero volvió, sólo para chocar en la barrera de contención en la vuelta 31. Por su ubicación, el Auto de Seguridad fue a velocidad lenta y Herta, quien se metió a pits en ese momento, estuvo a punto de salir manteniéndose como líder, aunque lo reacomodaron en 4º casilla.
Diez giros más tarde, McLaughlin sufrió otro trompo por un toque que Power le propinó y Dalton Kellett no lo pudo evitar. Una fuga de agua que provino de una suite extendió este encadenamiento a nueve giros.
En el reinicio siguiente, Pato O’Ward y Alexander Rossi protagonizaron un contacto en el que el mexicano caló el motor, mientras Cody Ware trompeó cuando la acción se reanudó. Incluso, hubo un contacto entre Simon Pagenaud y Romain Grosjean a 12 giros de terminar que vio al piloto de Team Penske abandonar, pero esto ya no requirió otra aparición del Auto de Seguridad.
O’Ward recibió dos sanciones: una por dicho incidente y otra por no respetar la velocidad en una zona donde había un vehículo de seguridad, por lo que en lugar de luchar por el triunfo, se dedicó a mitigar daños, pasando de 20º a 13º en el final.
Álex Palou estuvo en la estrategia opuesta a Herta, pero salvó la séptima ubicación, por lo que se mantiene en el liderato general, 42 puntos delante de Dixon y con 48 de ventaja sobre O’Ward.
Junto con Hinchcliffe, varios pilotos obtuvieron su mejor resultado de la campaña: Ryan Hunter-Reay llegó cuarto, mientras Ed Jones lo hizo en sexto y Felix Rosenqvist, en octavo puesto. En su primera aparición en circuitos callejeros en cuatro años, Helio Castroneves finalizó en novena plaza, delante de Josef Newgarden, a quien no le favorecieron las estrategias.
La IndyCar volverá el sábado próximo al circuito mixto de Indianápolis para la 12º ronda del campeonato.