Mattia Binotto ha descartado una posible incursión de Ferrari a la serie IndyCar en el corto plazo.

Las especulaciones sobre la posibilidad de que la casa de Maranello se convirtiera en tercera motorista de la categoría en 2023, cuando la fórmula se renovará, se terminaron después de casi ocho meses, luego de que el director del equipo de F1 declarara al sitio Speedweek que dicho plan no seguirá adelante.

«Tras nuestras conversaciones, hemos llegado a la conclusión de que no competiremos en IndyCar en un futuro cercano. Quizá sea posible a medio o largo plazo, pero queremos concentrar la inversión en nuestras actividades en Fórmula 1», comentó.

Ferrari había considerado su expansión a los monoplazas estadounidenses, ante la implementación de un límite presupuestario en F1 que será de 145 millones de dólares para 2021 y de 130 millones en 2022.

Esto implicaría menos dinero invertido y, por ende, a fin de evitar despidos, obligaría a reubicar a su personal en otros programas.

Aunque Binotto se mostró abierto a la posibilidad, la prioridad pasó a los equipos satélite que la marca del «Cavallino Rampante» tiene en el Gran Circo, particularmente Haas F1 Team, a quienes le ha cedido apoyo técnico y mecánicos como Simone Resta y Jock Clear, quienes trabajarán con Mick Schumacher.

Situaciones como la pandemia de COVID-19 y la urgencia de volver a los primeros planos en F1 también influyeron en la decisión. Si bien los rumores de esta «marcha atrás» surgieron en diciembre (sin haber una postura oficial de Ferrari), y que la misma directiva de IndyCar los negó de inmediato, la declaración de hoy puso punto final a la historia.

Con ello, esta historia sigue los pasos de la amenaza de Enzo Ferrari, fundador del equipo, a mediados de los años 80, cuando ordenó diseñar un auto para correr en CART y las “500 Millas de Indianápolis”, el Proyecto 637.

En 2018, Sergio Marchionne, CEO de Grupo Fiat, planeó inscribir a Alfa Romeo a la categoría, aunque su muerte repentina canceló los planes.

Ferrari mandó preparar cuatro coches 375 de Gran Premio con motores V12 de 2.5 litros para la Indy 500 de 1952, cuando la carrera era parte del Campeonato Mundial. Alberto Ascari fue el único piloto en calificar al evento, pero finalizó 31º por un problema mecánico.