INDYCAR aplicará cambios en los procedimientos en periodos de bandera amarilla y roja, a fin de que eventos circunstanciales influyan menos en el desarrollo de las competencias.
La categoría recibió críticas tras lo ocurrido en Portland, en septiembre pasado, cuando el accidente múltiple de la primera vuelta y el desorden en el pelotón obligó a los comisarios a gastar 11 giros determinando el orden de reinicio mediante tomas de video y monitoreo en tiempo real.
El tratamiento de este tipo de casos se modificará para 2020. Ahora, en lugar de que Control de Carrera verifique el orden de los autos, las posiciones se determinarán por lo que marque el último punto de monitoreo que el pelotón complete antes de la neutralización.
INDYCAR aún se reservará el derecho de optar por el uso de repeticiones en video si los eventos están en una fase avanzada, aunque deberá anunciar en la junta previa a cada competencia desde qué momento del recorrido se adoptará este criterio.

Asimismo, los lineamientos durante las banderas rojas serán más severos. Recordar que en Texas en 2017 y las últimas dos visitas a Pocono, hubo accidentes múltiples que obligaron a parar las competencias.
Durante ese periodo, varios equipos reparaban los coches dañados, teniendo la ventaja de que serían sancionados con al menos dos vueltas; hubo casos en los que los pilotos tenían que quedar parados hasta 10 vueltas, por el grado de reparaciones y el criterio de discreción de INDYCAR.
Esto se acabará a partir de este año. Si se hace cualquier trabajo no aprobado que se realice en un auto bajo bandera roja, que no se relacione con problemas de seguridad aprobados, el auto en cuestión no podrá regresar a pista.

Otro criterio adicional se relaciona con las banderas azules. Para circuitos permanentes, el auto rezagado tendrá una sola vuelta para dejar pasar a quien está a punto de lapearlo; el conteo iniciará a partir de la ubicación del banderero principal de la zona de meta. Esto mismo se aplicaba en óvalos, pero no será el caso este año.
La finalidad es evitar casos como el de Mid-Ohio en 2019, en el que a pesar de que el líder Scott Dixon era más lento que sus perseguidores, a Felix Rosenqvist le tomó hasta cuatro giros adelantar a tres pilotos con déficit de una vuelta.
Además, los monoplazas lapeados deberán pasar al final del pelotón cuando se genere un reinicio con 20 vueltas restantes o menos en óvalos cortos y con 15 giros o menos faltantes en los otros tipos de pista. En el último par de años, se aplicaba el criterio de 15 vueltas en todas las competencias.
Todo esto se suma a la reintroducción de penalizaciones con lugares de parrilla a quienes cambien motores durante un fin de semana o cuando se supere el límite de cuatro unidades a lo largo de la temporada.