Una larga noche pasaron los mecánicos del equipo No. 33 en el que maneja James Davison para las «500 Millas de Indianapolis».

La oportunidad de clasificar a la competencia lo vale. El australiano utilizará para el Bump Day el mismo chassis que impactó ayer viernes en la Curva 2, en el que destrozó el lado izquierdo del mismo.

Sin embargo, la dedicación y el esfuerzo de la alianza de AJ Foyt Racing, Byrd Racing, Belardi Auto Racing y Hollinger Racing implicó que las reparaciones duraran hasta la mitad de la madrugada.

Davison logró salir la mañana de este sábado, al dar 14 vueltas al óvalo; sin embargo, su mejor vuelta de 224.732 mph, entre las que no requirieron succión de otro auto, lo mantienen entre los participantes que corren riesgo de no clasificar para la carrera; ayer marcó el peor promedio de este tipo antes del accidente.

«Se sintió de nuevo a la normalidad, pero la velocidad no está ahí, y eso obviamente es preocupante para nosotros», dijo.

«Todo lo que podemos hacer es hacer lo mejor con lo que tenemos, ver cuál es la situación y mientras maximicemos eso, veremos lo que pase».

Dos pilotos se irán a casa al finalizar la actividad de hoy.