Esteban Gutiérrez superó las expectativas en su primera carrera en óvalos dentro de la IndyCar Series.

El mexicano finalizó en la posición 13 durante el evento del domingo, en una actuación caracterizada por no cometer errores, recuperarse de un inicio difícil y adaptarse rápidamente a las circunstancias que se presentaron durante las 300 vueltas.

«Fue muy, muy divertido. Fue una gran experiencia», dijo. «No sabía qué esperar al inicio de la carrera, por lo que tardé en tomar velocidad, pero después de unas vueltas, me sentí más y más cómodo y estaba usando las herramientas del auto para intentar mantenerlo en el tráfico, lo cual la parte más difícil».

Con base en este argumento, el integrante de Dale Coyne Racing se situó en los últimos sitios y perdió la vuelta del líder, mientras las primeras 60 vueltas transcurrieron bajo bandera verde; cuando Mikhail Aleshin protagonizó el primer incidente del día, logró recuperar el giro.

Conforme las condiciones de pista cambiaron, avanzó en el clasificador gracias al ritmo consistente de su auto y los problemas de otros participantes, además de pelear a pura velocidad con Alexander Rossi, otro ex F1, y capitalizar en reinicios.

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La llovizna que apareció con 200 giros cumplidos, sumado a la estrategia alterna de gente como Josef Newgarden y Simon Pagenaud, le permitió subir al octavo lugar, mientras que el desarrollo de la última ronda de pit stops lo vio ingresar al Top 5.

Al final, a pesar de llegar con una vuelta de desventaja ante el eventual ganador Helio Castroneves, presuntamente porque fue uno de los últimos en ingresar a pits mientras el resto implantaba vueltas rápidas con bandera verde, se mostró agradecido con la manera en la que sus rivales lo trataron en la pista.

«Fue un manejo justo, buena carrera y que disfruté mucho», afirmó. «No era fácil con las diferentes líneas y tráfico porque una vez que te cercas, tienes un auto completamente diferente, entonces tienes que anticipar mucho y para eso necesitas mucha experiencia».

«Cada vez, con más y más experiencia, podré ser capaz de anticipar eso mejor, pero fue realmente un buen comienzo».

Aunque Graham Rahal no quedó completamente contento por tardar en superarlo en las últimas vueltas, la prensa especializada, aquélla que radica en Indianapolis, también dio notas positivas sobre la presentación de Gutiérrez en este tipo de pistas.

«The Indianapolis Star» tituló de «impresionante» su performance. Mismo calificativo en el portal de RACER, donde Coyne, su ingeniero Craig Hampson (el mismo que trabajó con Sébastien Bourdais en sus días de gloria en Champ Car) y Pancho Carter, tuvieron buenos calificativos.

«Él se comportó bien en algunas situaciones que yo no esperaba. Un trabajo sólido», dijo Carter, Novato del Año en las «500 Millas de Indianapolis» en 1974.

En un año caracterizado por múltiples autos dañados y cuentas por pagar, Coyne reconoció el avance del mexicano durante la jornada.

«Aprendimos que no solo puede estar (fuera de problemas), él puede correr fuerte y mantener todo junto», dijo el propietario a The IndyStar.

Ahora, Gutiérrez se dirige a otro circuito callejero, Toronto, sitio recordado por sus seguidores ya que fue el sitio donde Adrián Fernández logró su primera victoria en la especialidad, en 1996.