
FOTO: Joe Skibinski/INDYCAR
Luis Michael Dörrbecker no olvidará fácilmente el último mes, después de la experiencia de manejar un IndyCar.
Por Eduardo Olmos (@EOlmos en Twitter)
El mexicano manejó el miércoles pasado en el circuito de Sebring, en Florida, a invitación del equipo Schmidt Peterson Motorsports, en el asiento de Mikhail Aleshin, en una jornada que fue muy especial, ya que desde un día antes estuvo, en compañía de su padre, como espectador de lujo de las últimas pruebas antes del arranque del campeonato.
“Tuve la oportunidad de estar en las curvas, viéndolos”, compartió con IndyCar al Día. “Entre mi papá yo estábamos tomando los parciales o incluso vueltas completas a pilotos como Rahal y Dixon. Nos encontrábamos como un sueño”.
A pesar de ser un solo día de pruebas, “Miji” quedó sorprendido por la dinámica de trabajo de una escudería del nivel de Schmidt, que ha ganado múltiples campeonatos de Indy Lights y competencias de IndyCar; a diferencia de sus días en el AutoGP, debió adaptarse a la coordinación de las más de 20 personas que trabajan en un solo monoplaza, entre ellos, los ocho ingenieros que piden información al momento de estar parado en pits.

Sin embargo, uno de sus retos más importantes fue adaptarse al estilo de frenado y la exigencia de manejar un vehículo con gran carga aerodinámica, ya que a pesar de no ser tan diferente a un F3 o a un F3000, llevaba varios meses sin subirse a un coche de carreras.
“Lo que más me sorprendió fue la aerodinámica que tienen porque esas alas traseras que tapan las llantas es prácticamente como prototipo, genera una gran cantidad de downforce que los ingenieros dicen que a los 150 km/h podrían estar manejando sobre el techo”, describió.
“Y es impresionante lo tarde que frenas. Llegamos a la curva 7, frenábamos de 288 a 70 km/h en 60 metros. Es una locura”.

Dörrbecker contribuyó a experimentar diferentes mapeos del motor Honda, temperaturas en los frenos, compuestos de neumáticos, entre otras cuestiones que necesitó el equipo, con el arranque de temporada a la vuelta de la esquina. Al final del día, Piers Phillips, Manager General, se expresó de manera positiva de él.
“Creo que al final, estuvimos muy impresionados con el tiempo de vuelta de Luis, cómo progresó y cómo aprendió desde el punto de vista de manejo y el punto de vista de ingeniería”, declaró al portal Motorsport.com.
En caso de que se concrete un acuerdo con Schmidt, el plan será correr más de una competencia en la segunda mitad del año, aunque se necesita apoyo financiero para que esto se materialice. El plan de estar de tiempo completo en 2018 permanece.
“Voy a trabajar para conseguir cierto apoyo, ellos (el equipo) están intentando eso”, afirmó. “A ver qué pasa, yo creo que sobre todo por la situación que está viviendo México, sería increíble tener a un mexicano en la categoría máxima NASCAR en Estados Unidos y uno en la categoría máxima de fórmulas en Estados Unidos”.
La temporada de IndyCar comienza el 12 de marzo en St. Petersburg, Florida.
3 comentarios en «Una semana especial para Dörrbecker en Sebring»
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