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FOTO: Chris Owens/INDYCAR Media |
La edición 2016 del Gran Premio de Long Beach no dejó una buena impresión a los aficionados en función del espectáculo que la IndyCar Series había enseñado en los últimos años. Incluso los pilotos reconocieron esto durante la transmisión de televisión.
Desde Tony Kanaan hasta Josef Newgarden, afirmaron después de la competencia del domingo que se tenían que hacer cambios en beneplácito de los aficionados de un lugar que ha albergado este evento por más de cuatro años.
Incluso hubo algunos que argumentaron que debía haber cambios en la distancia total, la cual irónicamente pasó de 85 a 80 vueltas desde 2013 para evitar que las estrategias se basaran en el ahorro de combustible, algo que prácticamente todos efectuaron ayer domingo; sin embargo, Helio Castroneves atribuyó este contexto a las características de los aero kits que se utilizaron para este año, además del nivel de manejo de los pilotos.
“Es muy raro. Creo que es una de las cosas relacionadas con el paquete aerodinámico”, aseguró en la conferencia de prensa de ayer domingo. “Es muy difícil acercarte a otro piloto, al menos yo tenía ese problema. Pero siento que probablemente ese era el escenario. Entonces, si uno no se acercaba, no podía tomar la oportunidad o los pilotos jóvenes no pueden hacer errores, y la amarilla no aparecía”.
“No creo que sea cuestión de una distancia más larga. Creo que es cuestión de ese mismo escenario, y creo que por eso era muy difícil rebasar”.
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FOTO: Chris Owens/INDYCAR Media |
Scott Dixon, quien terminó segundo, respaldó el comentario del brasileño al resaltar que había utilizado prácticamente todos sus “push to pass” apenas pasada la mitad de la distancia.
“Intenté un par de rebases a Simon (Pagenaud), y lo más duro es el downforce que tenemos, las zonas de frenaje se han vuelto más pequeñas. Es difícil tal vez volver de una larga distancia y realmente frenar tarde para obtener una gran ventaja de ello”, describió.
“No me sentí cómodo al frenar más tarde de lo que fui, y no fue lo suficiente para hacer el rebase, y él obviamente cubrió todas las bases y colocó el auto en el medio del camino”.
El mismo Pagenaud reconoció la dificultad de manejar la generación actual de monoplazas, aunque tras observar videos de ediciones previas, resalta las velocidades que se alcanzan en estos días.
“El ritmo de los autos es muy rápido comparado con hace 10 años. Frenamos muy tarde, acumulamos mucha velocidad a través de las curvas y también somos muy rápidos en las rectas. Vamos a más de 190 mph (305 km/h) en las rectas ahora.
“Personalmente para mí fue divertido porque fue carrera pura. Fue hacer una perfecta vuelta de salida, estar en el límite en cada vuelta, entonces no es tan emocionante desde afuera, aunque pensé que la secuencia de pits lo hizo excitante”.
La de ayer fue la 49na ocasión en la que no hubo encadenamientos. El 100% de los participantes llegaron al final, algo que también ocurrió hace un año, cuando sólo hubo una bandera amarilla causada por escombros, y en Alabama, sede de la prueba de este fin de semana, en la que el auto de seguridad salió en dos ocasiones.
Una medida muy útil de cara a las próximas temporadas sería aumentar el tamaño y ancho de los neumáticos, una llanta mas ancha, por lo general significa mas agarre mecánico y eso facilitaría los rebases, así como serviría también para ovalos como Phoenix