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FOTO: Dana Garrett/INDYCAR Media |
Dale Coyne nunca pudo tomar la bandera verde en un evento de autos monoplaza en Phoenix.
En su época de piloto, durante los años 80, se quedó fuera del show de la serie CART en ocho oportunidades y, cuando se concentró únicamente en su escudería, su mejor resultado fue 12do con Ross Bentley, obteniendo un punto de oro en dicho óvalo.
En 1995, Eric Bachelart y Alessandro Zampedri fueron los últimos que corrieron para Dale Coyne Racing pero 21 años después, la escuadra vuelve a Phoenix, Arizona para disputar este sábado la segunda fecha de la IndyCar en 2016, de la mano de los debutantes Conor Daly y Luca Filippi, quienes como la mayoría de los pilotos aseguran que será una prueba demandante.
“Probablemente será el desafío más grande que haya encarado hasta ahora. Especialmente para mí como piloto”, explica el estadounidense. “Hay mucho que aprender, es un diferente estilo de competencia al cual acostumbrarme, estoy emocionado por ello”.
Daly, quien tuvo una importante posibilidad de lograr un Top 5 en St. Petersburg, asegura que las características de una pista tan particular como Phoenix obligan a cambiar la técnica de manejo, en especial por la dificultar de anticipar un rebase ya que todas las curvas son diferentes.
“Los autos están muy en el límite en Phoenix y será muy duro para todos. Es un nuevo conjunto físico de desafíos, obviamente la pista es muy difícil físicamente y creo que la paciencia será importante mientras que estar en la pelea será un factor mayor para nosotros”, aseguró.
Será la primera participación de Daly en un óvalo desde su fallido intento de arrancar en las “500 Millas de Indianapolis”, donde una falla en el motor lo dejó fuera de acción antes de la bandera verde, mientras que para Filippi será su primer acercamiento oficial a un trazado de este tipo.