Un problema eléctrico impidió que Juncos Hollinger Racing, con Callum Ilott, completaran el Gran Premio de Portland este fin de semana.
La agrupación del argentino regresó a la IndyCar por primera vez desde las «500 Millas de Indianápolis» de 2019, en un día en el que el británico tuvo una actuación general con altibajos.
De calificar en 19º lugar a involucrarse en el accidente múltiple del comienzo, Ilott se situó tan alto como la octava posición, pero a la mitad del recorrido, se quedó detenido en pista por una falla en su auto No. 77. Pese a que se reparó y volvió a pista, la decisión final fue retirar el auto a falta de diez giros.
A nivel general, Ricardo Juncos se mostró satisfecho por el desempeño, tanto porque se armó un grupo competitivo en un mes y mostraron tal velocidad que, de no ser por detalles, pudieron haber aspirado a un Top 10.
«Creo que veníamos con una estrategia para terminar capaz en el Top 10 seguramente, octavo o séptimo como veníamos, pero se paró el motor», compartió Juncos.
«Vinimos a los garajes a tratar de reparar, no se encontró el motivo por el cual fallaba; de hecho, el motor arrancó de vuelta sin problemas. Decidimos cambiar la computadora y la batería por las dudas, pero para ese momento perdimos 20 vueltas».
«Nos pusimos en modo de entrenamiento, tratar de seguir girando, seguir haciendo paradas en los pits y seguir trabajando para el fin de semana que viene en Laguna Seca y tratar de ir limando lo poquito que podemos limar de cara a la última también. Nos estamos tomando todo con mucha calma y tranquilidad».
Ilott, quien hizo su primera carrera en la serie estadounidense con la bendición de Ferrari, superó las expectativas de Juncos, dado el grado de aprendizaje y entendimiento de la dinámica de trabajo en un fin de semana condensado como el de Portland.
Además, le sorprendió la velocidad que mostró en partes de la carrera, en la que logró ir adelante de veteranos como el mismo Josef Newgarden, al ir en una estrategia similar al de los líderes de la primera parte del recorrido.
«Es muy bueno con el feedback. Transmite muy bien el detalle de lo que hace el auto y lo que quiere, pero al mismo tiempo muy sentido común, muy simple. De la práctica a la clasificación se hicieron unos cambios y el auto estaba muy sólido», aseguró Juncos.
«Creo que fue un buen comienzo, más allá de que a nadie le gusta tener el auto parado y perder 20 vueltas. Si bien no era el resultado que esperábamos, me voy muy conforme con él, se tomó las cosas muy bien cuando las cosas salen mal».
«Es rapidísimo, se adaptó muy bien a todo, le explicas muchas cosas nuevas una sola vez y las recuerda para siempre, no pregunta más nada. Es un piloto top. Muy contento de tenerlo con nosotros».

Ilott, por su parte, calificó esta experiencia como «interesante», al enfrentar todo tipo de circunstancias que son distintas a, por ejemplo, las carreras de resistencia a las que se ha inscrito durante el año.
«Honestamente, iba bien, estábamos en una muy buena posición después de la primera parada en pits. Desafortunadamente tuvimos un pequeño problema eléctrico, no estamos seguros de si se debió al contacto al principio, pero esas cosas pasan», expresó.
«Esto nos detuvo en la pista, por lo que nos remolcaron de regreso a la carpa. El equipo trabajó increíblemente duro para recuperar el auto y pudimos salir, pero estaríamos a más de 10 vueltas abajo. Pudimos recuperar el ritmo en la pista»,
«Fue una primera carrera positiva, pudimos dar algunas vueltas y fue una pena tener los problemas que tuvimos, pero así son las cosas. Continuaremos desde aquí y estaremos listos para Laguna».
Declaraciones cortesía de Patagonia Visual Solutions