
FOTO: Joe Skibinski/INDYCAR Photography
Sébastien Bourdais será uno de los hombres más ocupados durante los próximos días en las calles de Long Beach.
El francés correrá en las dos pruebas estelares del fin de semana: la de la IndyCar, en la que buscará su primer triunfo en el trazado californiano en más de una década, y en IMSA, al sustituir a Joey Hand (enfermedad) en el Ford GT No. 66 de Chip Ganassi Racing.
“Aunque estamos desilusionados por Joey, también somos afortunados de tener a alguien como Sébastien que pueda entrar este fin de semana”, comentó Mark Rushbrook, director global del área deportiva de Ford.
“Estamos agradecidos porque Dale Coyne Racing le permitirá hacer labor doble con la carrera de IndyCar este fin de semana. Seb ya tiene muchas millas en el Ford GT, y conoce al equipo y mecánicos tan bien que es una solución perfecta”.
El tripulante del auto No. 18 en IndyCar es coequipero de Hand y Dirk Müeller en las pruebas de mayor duración en la serie; con ellos, ganó las “24 Horas de Daytona” en 2017, junto con “24 Horas de Le Mans” en 2016. El mes pasado, la tripleta finalizó en segundo puesto en las “12 Horas de Sebring”, clase GTLM.
Desde la unificación de categorías de autos de resistencia, Ryan Hunter-Reay (2016) fue el piloto que más recientemente tuvo doble actividad en Long Beach.
Del lado de IndyCar, Bourdais dejó atrás su abandono en St. Petersburg para finalizar séptimo en Austin y subir al tercer escalón del podio en Alabama, lo que lo tiene sexto en el puntaje. Fuera de la pista, junto con Will Power, será inducido al Paseo de la Fama del Deporte Motor de Long Beach.
“Solo tenemos que seguir trabajando duro, seguir buscando y ver qué tan lejos podemos ir”, dijo.
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