Previo a su prueba del 1 de marzo en el circuito de Sebring, Florida, el mexicano vivió el fin de semana pasado la dinámica de los garages de la categoría estadounidense, asegurando que es radicalmente a la filosofía europea y muy disfrutable.
«Nunca había visto un coche fórmula en un óvalo y es increíble. Con todo y que es un óvalo chico, de una sola milla, la velocidad promedio fue de 309 km/h y es impresionante», aseguró en entrevista a IndyCar al Día.
Dörrbecker, con nacionalidad alemana, se coronó campeón del AUTO GP en 2016, además de haber acumulado experiencia en seriales como el EuroFormula Open y la Formula Renault; sin embargo, también tiene historial en Estados Unidos, al ser el mejor debutante del Skip Barber Southern Regional Series en 2009, que se desarrolló precisamente en Sebring.
Al ganar más de la mitad de las carreras de 2016, el mexicano logró el título del AUTO GP (FOTO: BOSS GP)
Además, una invitación de Sam Schmidt para probar un Indy Lights en 2012, durante el «Chris Griffiths Memorial Test» en el circuito mixto de Indianapolis, fue el origen de su relación con el director de Schmidt Peterson Motorsports, quien le ha dado esta oportunidad.
«Después de ganar el campeonato, platicando con mis patrocinadores, llegamos a la conclusión que tal vez un paso a Estados Unidos sería algo de mucho interés para muchas personas», describió.
«Me volví a poner en contacto con Sam y me dijo que sabía lo que yo he estado haciendo y que estaba interesado en verme en uno de esos coches para ver qué podíamos hacer y ver qué se desarrolla».
El residente en el estado de Querétaro manejó, en 2012, un vehículo de Schmidt de Indy Lights en Indianapolis (FOTO: Jim Haines/INDYCAR)
«Miji» espera que el reto de manejar un IndyCar no sea tan diferente en comparación con los vehículos que ha pilotado antes; basta con ver que los Dallara de F3 pesaban 570 km, mientras que los Lola B05 del Auto GP montan propulsores Gibson V8 de 550 bhp, con peso total de 615 kg. Los monoplazas estadounidenses son de alrededor de 710 kg con hasta 700 hp de potencia.
Además, al medir 1.85 m., otra de las cuestiones que más le intrigan es la influencia de su altura y peso en el vehículo, ya que el proceso de ajustarse al asiento y al vehículo le permitirán adaptarse
«Es un coche que tiene muchísima carga aerodinámica, en potencia va a ser similar a lo que estoy acostumbrado, en realidad es no es lo que me preocupa tanto, me voy a sorprender mucho de lo tarde que podré frenar con los frenos de fibra de carbono y la carga», dijo.
«Para una persona alta como yo, me da la oportunidad de pesar hasta 80 kg. y tener esos 5 kg. de colchón para todo mi equipo. Eso también es como un incentivo más y poder ser competitivo».
Dörrbecker estuvo presente en el Open Test de IndyCar en Phoenix (FOTO: Joe Skibinski/INDYCAR)
El plan para Dörrbecker es arreglar un programa parcial en 2017, que pueda incluir las «500 Millas de Indianapolis» del próximo 28 de mayo, para después correr de tiempo completo y ser el primer mexicano en estar de forma permanente en el automovilismo de monoplazas de Estados Unidos de primer nivel desde Adrián Fernández en 2004.
Por esto, junto con el momento de Daniel Suárez en NASCAR, también espera dejar otra buena imagen de los talentos mexicanos en el extranjero.
«Va a ser muy simple lo que tengo que hacer: ir lo más rápido que pueda. No hay nada oficial, pero se puede decir que nos estamos jugando el asiento de las ‘500 Millas'», afirmó.
Incluso, espera que su posible participación sea el principio del regreso de la especialidad a México, lo cual no ocurre desde 2007 con Champ Car.
«Estarían gratamente sorprendidos de ese trato. Es un ambiente mucho más familiar para las personas», indicó.
«Creo que el impacto que hizo Adrián fue enorme, la gente lo sigue recordando, lo sigue teniendo muy presente, y por lo mismo la categoría necesita un piloto mexicano, y espero ser ese piloto. Sería para mí un honor».
Esta semana, «Miji» elabora su asiento en las instalaciones de Schmidt Peterson en Indianapolis, Indiana, mismas que visita por primera vez y en las que manejará en el simulador.
El día del test, al ser considerado como «Rookie Test, estará en pista junto con el brasileño Luis Felipe «Pipo» Derani», ex Pro Mazda, ganador de las «24 Horas de Daytona» en 2016 y actual participante en sports cars, además de ser piloto de fábrica de Honda.
El más reciente piloto mexicano en manejar un IndyCar en un test fue el mexicano Juan Pablo García, en 2015, con KV Racing (VER).
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