Scott McLaughlin emergió como ganador en una de las carreras más caóticas, impredecibles y entretenidas de INDYCAR que se han realizado en Barber Motorsports Park.
El neozelandés sobrevivió a una serie de banderas amarillas para retomar el liderato a quince vueltas del final gracias a una estrategia de tres detenciones en pits, aunque un despiste de Christian Rasmussen generó una bandera amarilla y un consecuente sprint de tres giros, en el que contuvo los embates de Will Power.
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Es el quinto triunfo en la trayectoria de McLaughlin en la serie, pero quizá el más representativo, ya que la descalificación a la que fue sujeto en la fecha de St. Petersburg y el problema mecánico que sufrió la semana pasada en Long Beach lo dejaron último en la tabla general rumbo a esta carrera.
Su coequipero Power, a quien sólo le quitaron diez unidades tras los eventos en St. Petersburg, donde los tres integrantes de Team Penske hicieron un uso ilegal del sistema «Push-to-Pass», completó el 1-2 para su agrupación.
El novato Linus Lundqvist subió a su primer podio en IndyCar en tercer sitio. Junto con los líderes apostó a un plan de tres pit stops que, por momentos, parecía ser el erróneo, luego de que un problema en una rueda de Alexander Rossi y un accidente de Sting Ray Robb generaran encadenamientos que le dieron posibilidades a Felix Rosenqvist y a Álex Palou, quienes se comprometieron a hacer sólo dos paradas.
La fortuna estuvo del lado de McLaughlin, quien hizo su segunda parada al final de la vuelta 46 y se distanció casi medio minuto de Palou antes de su último ingreso, saliendo con comodidad adelante del bicampeón de la serie. Después, gestionó su distancia que era de 15 segundos sobre Power antes de la bandera amarilla final.
Por su parte, Lundqvist venció a Palou tras su último pit stop para amarrar el podio, mientras Rosenqvist también acabó adelante del español y de Lundgaard, quien llegó a correr en segunda posición, pero se conformó con la sexta.
De destacar que Santino Ferrucci también estaba en la estrategia alterna y alcanzó a liderar 14 vueltas, para luego terminar en séptima ubicación con AJ Foyt Racing, adelante de Colton Herta, quien tomó el liderato del campeonato.
La carrera tuvo drama desde el arranque, momento en el que Rinus VeeKay protagonizó un contacto entre cuatro coches en la primera curva del recorrido. Un giro más tarde, Pato O’Ward buscaba superar a Lundgaard por la tercera casilla pero se despistó al llegar a la Curva 5.
Fue una tarde de pesadilla para el mexicano, porque en el quinto giro sacó de pista a Pietro Fittipaldi y se hizo acreedor a una penalización; pese a los esfuerzos por remontar, se iba a conformar con un 18° sitio pero también golpeó a su coequipero Théo Pourchaire, relegándolo al sitio 23.
Scott Dixon, quien llegaba como líder del torneo, fue uno de los varios que protagonizaron excursiones al pasto (en su caso, fue tras una defensa de Lundgaard), lo cual contribuyó a que terminara en el puesto 15. Situación similar para Josef Newgarden, quien acabó en 16°.
Juncos Hollinger Racing tampoco tuvo suerte con la estrategia, aunque Romain Grosjean rescató la 12° plaza y Agustín Canapino, quien fue sancionado por un toque con Rasmussen, fue 20°.
La próxima fecha del campeonato de IndyCar será el Gran Premio de Indianápolis, el sábado 11 de mayo.