
Kanaan (FOTO: Penske Entertainment/Matt Fraver)
Tony Kanaan se retira de las pistas de INDYCAR este domingo, cuando ondee la bandera a cuadros de las “500 Millas de Indianápolis” de 2023.
Con ello, nos seguimos acercando al cierre de una época particular, pero especial e inolvidable, en el automovilismo de monoplazas en Estados Unidos, ya que deja a Helio Castroneves como el único piloto en activo, independientemente si es de tiempo completo o parcial, que participó en las carreras de monoplazas en los años 90, a reserva de ver la aparición inesperada de alguna estrella de la época en el futuro.
En algún momento, parecía impensable que el día llegaría, ya que el campeón de 2004 fue denominado como “Iron Man” por su cantidad de arranques consecutivos (318, una cifra que caerá pronto porque Scott Dixon tendrá 311 este domingo y, para final de la temporada de IndyCar, ya lo habrá rebasado).
El brasileño iba a retirarse en 2020 con AJ Foyt Racing, aunque la pandemia de COVID-19 y el hecho de que quería tener a su legión de fanáticos a su lado pospuso el plan. En 2022, pensaba que su tercer lugar de carrera con Chip Ganassi Racing sería una despedida a lo grande, aunque conducir con Arrow McLaren este mes le dio crédito adicional.
Pero haciendo la analogía, su temporada de debut fue en 1998, la última con Bobby Rahal en las pistas. Él tomó en cierta capacidad el lugar permanente de Michael Andretti al hacer el cambio de CART a IRL en 2003.
Consciente del ciclo de la vida, se siente en paz y disfruta la fluidez particular y mágica del Mes de Mayo. Pese a las bromas del paddock, afirma que no hay marcha atrás en la decisión,
“Las carreras se tratan de performance. Con un equipo así, con la historia que tiene, acabó segundo y cuarto (en 2022)… sé que todavía lo tengo. No me doy por vencido porque no creo que lo tenga. Lo acabo de demostrar de nuevo”, comentó.
“Yo dije: ‘Está bien, no voy a decir que no’, pero esta será la última vez'”.
“Honestamente, cuando lo anuncié (en 2020), no pude celebrarlo con nadie. Creo que será divertido para mí, divertido para mis hijos, divertido para mi familia, tengo 70 amigos que vienen de Brasil sólo para ver esto”.
“Voy a dejarlo todo. Esa es la intención. El comienzo, no sé. Pero si la oportunidad está ahí, haremos un comienzo de Tony Kanaan, seguro. Voy a correr como si no tuviera amigos. Me disculparé más tarde”.
Kanaan pasó a la historia por todos los buenos y malos momentos, desde su título de campeón de IndyCar en 2004 y de ganador en Indy 500 en 2013, año en el que estaba seguro de que se retiraría por falta de presupuesto.
Puede haber participado en eventos singulares, como el 1-2-3-4 de Andretti Green Racing en St. Petersburg 2005, o poseer récords particulares, como ser el primer piloto en completar el 100% de las vueltas de una temporada, que coincidió con su año de campeón en 2004.
El hecho de simbolizar a la fraternidad de las diferentes épocas de la especialidad de autos Indy también añaden su toque emotivo, desde compartir amistad con Max Papis, Greg Moore y Dario Franchitti hasta ser el líder del cuarteto que formó con el escocés, con Dan Wheldon y Bryan Herta.
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También fue, junto con Castroneves, Gil de Ferran, Mauricio Gugelmin, Vitor Meira, Bruno Junqueira y muchos otros, el icono del automovilismo de su país en Estados Unidos, un ciclo que está próximo a concluir.
Al final, hablar de un legado no necesariamente implica el impacto en pista, sino en el público. El domingo, se espera una ovación tan resonante que las lágrimas estarán a la orden del día.
“Va a ser un desastre. Se detendrá cuando me ponga el casco, pero hasta entonces, seguro que voy a ser un desastre”, anticipó.
“Desde la sala verde hasta las introducciones de los pilotos, es uno de los momentos que más he disfrutado en el pasado. Solo sé que tus nervios están ahí arriba. Todos los pilotos que están en esa sala verde, estamos listos para partir. Hemos hecho todo esto, y las emociones son altas”.
“Luego agreguen que esta es la última y todos están tratando de hacerlo sentir bien. Voy a tener que beber un par de botellas extra de agua. Esa es la cantidad de llanto que voy a hacer”.
“No creo que ninguno de nosotros haya comenzado a competir para ser famoso o ser reconocido por los fanáticos. Simplemente corremos porque lo amamos. Pero luego al ver el impacto y cuántas personas aprecian lo que he hecho, en realidad se siente muy bien”.

Rumbo a su 22˚ y última Indy 500, Kanaan se rió de todas y cada una de las coincidencias numéricas que están generándose, tal como hace 30 años, en 1993, cuando un miembro de la familia Rahal no calificó al evento (Bobby/Graham), un auto de Ganassi marcado con el No. 10 arrancará en la pole (Luyendyk/Palou) y un Andretti salió en 24˚ (John/Marco).
La más importante es que un brasileño partió en novena casilla y se dirigió a la victoria hace tres décadas (Emerson Fittipaldi). Kanaan saldrá noveno este domingo.
Pero la estadística es en lo que menos se fija, sino en la manera en la que pueda abordar una competencia de este tipo.
“Muchas de las carreras entre 2013 y 2015 son las mejores carreras porque tuviste muchos rebases”, explicó. “No creo que eso vaya a pasar este año. Será más estratégico. Pero es más difícil. Era mucho más impredecible en el pasado”.
“Pero creo que esos cambios son los cambios correctos. Los autos son más donde podemos correr más cerca, pero correr más cerca no significa que puedas pasar todo el tiempo”.
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