
Pagenaud (FOTO: Penske Entertainment/Chris Owens)
Para 2023, Meyer Shank Racing buscará maximizar el potencial que, por alguna u otra razón, no logró convertir en resultados consistentes en la IndyCar.
El equipo hizo su primera temporada con dos autos de tiempo completo el año pasado, aunque circunstancias y debilidades concretas les impidieron luchar en la parte frontal del pelotón, especialmente en la segunda mitad del año.
Simon Pagenaud le dio a la agrupación su mejor resultado de la campaña, un segundo lugar en el lluvioso Gran Premio de Indianápolis, y se mantuvo en el Top 10 general durante la parte media del certamen, aunque eventualmente concluyó en 15˚ sitio.
Mientras enfrenta la limitación extrema en pruebas en pista, factor que desaprueba, el francés confía en que se manejará mejor el desgaste de neumáticos, cuyo nivel varió mucho entre cada competencia.
“Fuimos a probar dos veces el año pasado”, explicó. “Se traduce a algunas pistas pero no a todas las pistas. Se tradujo en un circuito callejero en el que fuimos extremadamente fuertes, pero no se tradujo en el circuito permanente”.
“Firestone lleva un tipo de neumático diferente para cada pista. Hace que sea muy difícil para nosotros, cuando hacemos pruebas, descubrir qué es lo que realmente necesita el neumático. Es lo más importante en el auto, en especial cuando estás en una serie como INDYCAR en este momento, que está tan cerrada”.
“Conocemos tan bien el auto que el margen de mejora es muy pequeño. Si puedes extraer un poco más de la llanta, tendrás mejor ventaja. Penske hizo eso el año pasado, descubrieron qué era. Nosotros no lo hicimos. El objetivo para nosotros es averiguarlo con las pocas pruebas que tenemos”.
Y es que esta irregularidad se vio en carreras como Iowa, en las que Pagenaud corrió en últimas posiciones, además de que circunstancias como las banderas rojas en algunas calificaciones, el hecho de que se quedó sin combustible en el segundo GP de Indy, tuvo fallas mecánicas en Portland e incidentes en Gateway y Laguna Seca, no ayudaron a su causa.
Mientras tanto, Castroneves tuvo como mejor producción su séptimo sitio en las “500 Millas de Indianápolis”. Mientras retomó el ritmo de una temporada completa en IndyCar, afrontó problemas similares a los de su coequipero.
Pese a que al tener alianza con Andretti Autosport, no hay continuidad con muchos de sus ingenieros de un año a otro, la armonía y trabajo entre ambos, que se remonta a su etapa con Team Penske, ha ayudado a tratar de empujar el programa hacia adelante y priorizar la ejecución en competencia, en lugar de depender de las calificaciones.
“Como los ingenieros no son de MSR, son de la alianza con Andretti, lleva un poco de tiempo reajustarse, cambiar de opinión y de filosofía”, afirmó el brasileño.
“Sin embargo, Simon y yo hemos estado trabajando muy duro para buscar el otro lado, para mirar en algunas áreas que tal vez no se visitaron. Pero sí creo que el sistema funciona bien, y sí, esperamos poder mover esas áreas”.
“Ahora las calificaciones están tan cerradas una de la otra que vemos autos o equipos aún más grandes que pueden comenzar atrás, pero en la combinación de carrera pudieron correr hasta adelante, y debido a esa mejor combinación, especialmente cuando estás hablando de Iowa, (donde) el desgaste de los neumáticos fue simplemente increíble”.
“Desafortunadamente, eso empujó el rendimiento hacia atrás cuando no tienes cosas en las que estás pensando. Por eso tomas notas. Ahora volvemos a la mesa de dibujo y lo arreglamos para este año”.
“Ese es el objetivo para este año, tener esas prioridades para asegurarnos de tener un mejor resultado en la carrera en lugar de tanto en la calificación”.

Los dos pilotos confían en que los resultados se concretarán dentro del proceso para consolidar a Meyer Shank en los primeros planos de la IndyCar, pero quizá ninguno esté en activo para hacerlo realidad, en especial Castroneves, quien podría estar comenzando su último año en activo.
Mientras evita distraerse por las especulaciones sobre una posible llegada de Tom Blomqvist, titular de Shank en IMSA, el latinoamericano apunta a hacer historia en la carrera más importante del año y a concretar los resultados que no se dieron en el torneo pasado.
“La expectativa para mí, obviamente es la más grande. Son las 500 Millas de Indianápolis. Esa es la que sentimos que tenemos el mismo auto, tenemos todas nuestras apuestas en eso”, garantizó.
“Sin embargo, tampoco voy a renunciar a los otros. Siento que tenemos tantas posibilidades como cualquiera en algunos de los lugares en los que me siento cómodo. En posición, si estás pensando en terminar entre los 12 primeros sería un gran objetivo, sería un gran lugar para estar”.
“No obstante queremos poder tener un podio. Queremos poder mostrar lo que podemos conseguir, y podemos”.