Quizá la historia más interesante en el primero de dos Días de Contenido de IndyCar rumbo a 2023 fue la manera en la que Sting Ray Robb llegó a Dale Coyne Racing with RWR.
El estadounidense fue el penúltimo piloto confirmado para disputar toda la temporada de este año, en una serie de negociaciones que resultó muy particular, ya que había posibilidades para convertirse en el segundo piloto de Juncos Hollinger Racing.
Pero una conversación casual con Linus Lundqvist, quien para ese momento ya se había enterado que no podría tener un asiento en la categoría por el recorte que se le hizo a la beca de campeón de Indy Lights (hoy INDY NXT) cambió el panorama para el originario de Idaho.
«Había algunos equipos con los que estábamos hablando, y el equipo de Dale no era el que estaba en la parte superior de la lista porque pensamos que ya tenían un piloto», explicó. «Obviamente, con Linus ganando el Campeonato Indy NXT, asumimos con la asociación HMD allí que habría un zapato directo para él».
«Pero en realidad estaba en (el centro de rendimiento) PitFit Training un día con Linus y descubrí que ese no era el caso. Eso creó una oportunidad para nosotros que me permitió llamar a mi agente, Peter Rossi, e inmediatamente llamó a Dale y dijo: ‘oye, estamos disponibles'».
«Creo que hubo un entendimiento mutuo de lo que era la disponibilidad para cualquiera de nosotros. Fue entonces cuando comenzaron las conversaciones con las opciones de prueba, etcétera, porque en ese momento ya se había comprometido a probar a Marcus (Armstrong) en el auto y a Danial (Frost) en el auto en la prueba de Sebring al final de la temporada baja el año pasado en 2022″.
«Luego tuvimos una muy buena prueba en 2023 justo a principios de enero, y creo que eso fue lo que marcó la pauta que me permitió sentarme en el asiento».
Robb, quien junto con David Malukas conformarán la alineación más joven en IndyCar con 22 años de edad, explicó que su situación fue tan cambiante durante diciembre que, aún mientras entablaba las pláticas con Coyne, permanecía una oportunidad para subirse al auto de Juncos Hollinger.
Pero cuando tomaba fuerza la posibilidad de que Agustín Canapino se convirtiera en el titular del No. 78, en parte después de que Armstrong exploró la opción de Chip Ganassi Racing, Robb supone haber recibido ayuda de Ricardo Juncos, para quien manejó en Indy Pro 2000 en 2019 y 2020 y en Indy Lights en 2021, para aterrizar en Coyne.
«En algún momento hubo un periodista que me llamó, y me preguntó qué le podía decir, y me dijo: ‘He estado escuchando rumores, suena prometedor’, y le dije: ‘Todavía no te puedo decir nada, todavía estamos hablando con un par de equipos, pero se ve muy, muy bien'».
«En ese momento, no estábamos confirmados en ningún lado. Él dijo: ‘Bueno, estoy seguro de que cuando se recuperen de su victoria en la Copa del Mundo, te llamarán'».
«Y de todos modos, supongo que él tuvo una conversación con Dale después de eso, y aceleró el proceso, y aquí estamos. Creo que eso nos permitió poner un poco de fuego debajo de nuestros asientos y seguir adelante. Ha habido algunas oportunidades que se crearon milagrosamente y que no podríamos haber hecho por nuestra cuenta».
Toda esta situación dejó a Lundqvist sin un asiento para 2023; de hecho, el sueco no tiene planes para competir en alguna categoría.
Aunque reconoce el talento del piloto quien le ganó el título de Indy Lights, Robb enfatiza en el hecho de que una beca o buenas manos no son suficientes para progresar en el automovilismo.
«Linus merece un asiento. Su desempeño en la pista fue increíble. Pero se necesita algo más que un piloto para entrar en INDYCAR», aseveró. «Tienes que tener un pueblo a tu alrededor que te apoye, y creo que ahí es donde mi grupo marcó la diferencia. No fue solo en mi actuación, sino en la gente que me rodeaba».
«Me siento mal por Linus porque, como piloto, puedo sentirme así sobre él porque él podría estar en ese asiento si yo no tuviera a esas mismas personas a mi alrededor».