Del glamour de Singapur y Monaco a la tradición estadounidense: Romain Grosjean lo ha vivido todo. Incluso, las tradiciones del Midwest.
El francés fue premiado como el mejor piloto de primer año en la calificación de las «500 Millas de Indianápolis», dentro de la 48º Entrega del Premio al Novato más Rápido que entrega la Asociación Estadounidense de Productos Lácteos de Indiana (ADAI).
Este evento se realizó este martes en un evento con público y las actividades tradicionales, algo que se hace por primera vez desde la pandemia de COVID-19. El de 2020 y 2021 fue una ceremonia privada transmitida virtualmente.
Además, los otros novatos – Jimmie Johnson, David Malukas, Callum Ilott, Kyle Kirkwood, Devlin DeFrancesco y Christian Lundgaard – también asistieron y fueron reconocidos.
Grosjean se unió a pilotos con experiencia en F1, como Fernando Alonso, Alexander Rossi, Jacques Villeneuve y Michael Andretti, en recibir la condecoración. Su promedio oficial – hecho durante el segundo día de calificación – fue 231.999 mph, casi exactamente el mismo que registró el español en 2017; junto con Tony Stewart (1996), son los únicos que han superado las 231 mph de media.
Este es uno de los dos programas de larga asociación que existen entre la industria láctea de Indiana y el Indianapolis Motor Speedway. El otro es la Botella de Leche que se le presenta al ganador de la Indy 500.
A Louis Meyer, el primer piloto en triunfar tres veces (1928, ’33 y ’36) se le reconoce como el piloto que inició la tradición al solicitar un vaso frío de suero de leche, su bebida favorita, después de su victoria en 1933. Tres años más tarde, fotografiaron a Meyer bebiendo leche en Victory Lane.
La leche se presentó de forma intermitente durante los siguientes años hasta que, en 1956, se convirtió en parte permanente de la celebración posterior a la carrera por parte del propietario del Speedway, Anton “Tony” Hulman.
Los ganadores de la carrera también reciben un premio en efectivo de USD $10,000 por disfrutar de ese trago refrescante de leche.