Tras su prueba en Texas, Jimmie Johnson sigue acercándose a una decisión respecto a competir en un óvalo de la IndyCar en 2022.
El californiano completó siete horas de ensayos ayer lunes en el óvalo de 1.5 millas, con asistencia de sus compañeros y mentores en Chip Ganassi Racing, Scott Dixon, Tony Kanaan y Dario Franchitti, en la que se consideró su prueba de evaluación para poder competir a futuro en este tipo de trazados.
Tras adoptar un modo «conservador», al contar con sólo un auto y lidiar con condiciones extremas (más de 100ºF, pocos juegos de neumáticos y una alta degradación de los mismos por la superficie resbaladiza de pista), acabó con una mejor vuelta que superó las 214 mph.
Este martes, Johnson compartió sus sensaciones generales y la manera en la que se adaptó para manejar un auto de la categoría, en la que sigue «recalibrando» su modo de afrontar las velocidades, visión y fuerzas laterales, en comparación con un auto de NASCAR.
«El día salió muy bien», dijo en videoconferencia. «Realmente lo disfruté. Las primeras salidas, definitivamente fueron bastante diferente con la velocidad en la pista, la sensación del auto de carrera y lo ágil y liviano que es».
«Pero a medida que trabajaba en mi segundo juego de neumáticos y en adelante, el auto empezó a sentirse mucho más como en casa y, sin duda, la pista y estar en un óvalo me sentí como en casa. Al final de la sesión de prueba en sí, me sentí muy cómodo y en un lugar muy familiar, lo cual fue agradable».
«Pude sentir el auto, hablar el idioma, trabajar en los ajustes del auto. Sabía de qué hablar con Eric (Cowdin, su ingeniero) y sabía dónde funcionaba la división del resorte, y el que supongo que llaman el botón de weight jacker, que era una pesa de cruce del wedge, es como lo llamamos en NASCAR».
«Las herramientas y la forma en que se hace funcionar un auto era mucho más familiar, y sabía lo que estaba sintiendo y podía ser de ayuda».
Johnson destacó que el factor más desafiante fue el manejo de la carga aerodinámica en rectas y curvas, en especial con los peraltes distintos del óvalo de Texas.
Incluso, en el mismo volante, el registro de tiempos en millas por hora (en lugar de minutos, a lo que se ha acostumbrado en circuitos callejeros y permanentes) fue otro ajuste significativo.
Sin embargo, también encontró algunas cuestiones a las que se adaptó fácilmente, como el hacer cambios en la curva, lo cual es mucho más rápido que en un auto de NASCAR Cup. De esta forma, logró identificar algunas similitudes en los dos tipos de máquinas.
«En un óvalo, la forma en que ganas velocidad desde el punto de vista de manejo es la misma que en NASCAR. Pude identificarme con eso ayer», detalló. «En un circuito mixto, te preocupas por las buenas salidas en un vehículo de NASCAR. Y claro, las salidas son importantes en un INDYCAR, pero la magia se hace cuando pisas el freno».
«Entonces, tu punto focal es diferente en un circuito permanente y callejero en un NASCAR contra un INDYCAR, donde en el óvalo descubrí ayer que está en el mismo lugar, y no sólo está en el mismo lugar, los ajustes que haces en el auto son los mismos de un auto de la Copa y un INDYCAR».
«Por supuesto, la forma del auto es un poco diferente y parece que los ajustes de altura son diferentes, pero la pieza mecánica en los resortes, amortiguadores, distribución de peso, tow, todas las cosas con las que jugamos, cambers, era la misma escuela de pensamiento».
«Así que me sentí mucho más en casa, no solo desde el punto de vista de la conducción y dónde crear velocidad, sino también de cómo ayudar al equipo a ajustar el auto y trabajar en el auto de carreras».
Johnson reiteró que está «un paso más cerca» para comprometerse a correr en las 500 Millas de Indianápolis. El siguiente paso sería participar en la prueba tradicional de neumáticos de octubre próximo, que también funcionaría como su Prueba de Orientación de Novatos, tal como Scott McLaughlin lo hizo el año pasado.
No obstante, la decisión la tomará en conjunto con su equipo, sus patrocinadores y, en especial, su familia, con quienes ha hablando durante estos años de los riesgos del automovilismo, pero dio su voto de confianza a las mejoras de seguridad en IndyCar y en las pistas.
«Sí, habrá conversaciones, y supongo que, en última instancia, estoy tratando de no decir que se trata de mi familia y la presión que conlleva. Pero es mi viaje y mi esposa e hijos me apoyan en todo lo que quiero hacer. Ciertamente, ellos tienen sus preocupaciones y sus preocupaciones son las mías», dijo.
«Yo comparto las mismas preocupaciones. Intento ser muy sistemático y metódico y asegurarme de estar en una caja de riesgo tradicional al subirme a un auto de carreras»
«Todos estábamos muy cómodos con los riesgos asociados a NASCAR, y a través de mi experiencia este año en la serie INDYCAR, y ciertamente al estar en el auto ayer, siento que el INDYCAR ahora está de regreso en la misma caja».
«Hay riesgos inherentes cuando manejas un auto de carreras, y estoy bien con eso, y estoy en este viaje ahora mismo para demostrarme a mí mismo que el INDYCAR está de vuelta en esa caja inherente de peligro de conducir un auto de carreras».