En los deportes, el trabajo en equipo y la comunicación siempre serán importantes, así como mantener a por lo menos una de las dos partes con la cabeza fría y el temperamento controlado.
La parte de pilotos y estrategas en IndyCar ha mostrado casos de éxito a lo largo de su historia. La parte meramente cerebral es representada por Scott Dixon, quien siempre ha tenido a Mike Hull desde que aterrizó en Chip Ganassi Racing, o Colton Herta, quien desde este año tiene a su padre Bryan, teniendo ambos la ventaja de no ser explosivos.
Tanto Roger Penske como Tim Cindric se han rotado con sus pilotos de tiempo completo durante los últimos años, lidiando con todo tipo de personalidades, desde lo extrovertido de Helio Castroneves hasta lo inteligente de Josef Newgarden.
En el paddock, la calma de los ingenieros, quienes fungen con la doble función de planificar la estrategia y preparar los autos siempre da un “plus” al intentar entender a los pilotos.
Quizá haya pocas tan particulares como la de Patricio O’Ward y Taylor Kiel, la dupla piloto-estratega en el auto No. 5 de ARROW McLaren SP, la cual se ha consolidado como una de las referentes en la serie, por los resultados que han consolidado en el último año y medio.
El carácter explosivo del regiomontano, combinado con la frialdad y seriedad del estadounidense, han dado como resultado una de las duplas a seguir, en las buenas y en las malas, mientras luchan por el título de 2021.
«Ha sido un proceso, sin duda, como cualquier relación en nuestras vidas», comentó Kiel en videoconferencia, antes de las actividades en el Indianapolis Motor Speedway, cuando IndyCar al Día le preguntó la manera en la que se ha consolidado su relación en la radiocomunicación.
«Pero también es muy importante para el éxito fuera de la pista. Al comprender cómo leer el lenguaje corporal, el tono de voz y participar en el proceso de principio a fin, para estar cerca del grupo de ingenieros, el grupo de pilotos, los mecánicos, puede pintar una imagen más clara de lo que está sucediendo».
«Eso no se limita a la estrategia el día de la carrera. Para mí, es una gran parte de la construcción del equipo y todos están en la misma página. La parte del día de la carrera se cuida sola».

Kiel, originario de Illinois, es uno de los miembros del paddock que puede decir que ha comenzado desde los niveles más bajos. Siempre formando parte de Sam Schmidt Motorsports, pasó de ser mecánico a Crew Chief a Team Manager de sus operaciones en Indy Lights e IndyCar. En su momento, trabajó con el argentino Esteban Guerrieri, para después dirigir los programas de Simon Pagenaud y Mikhail Aleshin.
A finales de 2018, el nivel subió y se convirtió en Managing Director de la agrupación, siendo uno de los que co-dirigió la convergencia con McLaren, el cambio de motores Honda a Chevrolet y la contratación de personal de la talla de Craig Hampson, campeón con Sébastien Bourdais en los días de Champ Car y quien fue ingeniero del francés en Dale Coyne Racing.
A principios de este año, fue nombrado presidente del equipo y se mantuvo como estratega del No. 5, rol que tenía desde que James Hinchcliffe era titular.
Pero ser la voz y guía del joven de 21 años de edad es una ventana de oportunidad que el mismo piloto ha sabido aprovechar, en especial durante los momentos difíciles, como cuando O’Ward inusualmente mostró su frustración en St. Petersburg, a lo que Kiel buscó calmarlo con serenidad.
De las pocas veces que mostró alteración fue en la primera de las dos fechas en Iowa, en julio del año pasado, cuando ocurrió la tardanza en la última detención en pits mientras luchaban por el triunfo. Cuando logró su primera victoria en IndyCar, en Texas Motor Speedway, Kiel mantuvo precisión al indicarle el consumo de combustible en las últimas vueltas.
“No quisiera tener a nadie más en mi radio. Taylor es muy tranquilo, muy calmado, diferente a como soy yo. Obvio, cuando estás en el auto, traes la adrenalina, y cuando las cosas no salen bien, te puede afectar algo si te calientas mucho”, expresó O’Ward tras ganar en Texas.
“Pero es alguien en quien confío mucho, a quien admiro mucho, me encanta tenerlo a él porque siento que es la roca de las emociones”.

Lo cerebral de Kiel se mantiene más allá de los pits, al mantenerse enfocado en el objetivo final, que es consolidar a ARROW McLaren SP como una que puede luchar por títulos de manera constante, lo cual se muestra en la mejora el desempeño del grupo de mecánicos en pits, o bien, en la organización rumbo a Indy 500, donde sus autos son distintos a los que se utilizaron al inicio de la campaña.
Una vez que pasó la emoción por Texas, la mente ya estaba puesta en el resto del Mes de Mayo. Por ello es que espera que los frutos de su liderazgo también se reflejen en el desempeño de Felix Rosenqvist a lo largo de la campaña, así como de Juan Pablo Montoya para la Indy 500, cuya contratación refleja la ambición colectiva de buscar el triunfo.
«Aunque estamos creciendo y en una trayectoria de crecimiento, intentamos mantenernos pequeños en algunos aspectos. Esos son la comunicación dentro del equipo, la comunicación interpersonal conmigo mismo, la gerencia, los pilotos y siempre tratar de mantener nuestro dedo en el pulso», indicó.
«Cuando haces eso todos los días, con decisiones rápidas o de otra manera, tomas el elemento humano».
«La continuidad es grande. Creo que la pieza de la relación es grande. Es un esfuerzo diario. ¿Cómo lo construyes día a día? Eso es lo que he intentado con Pato, y también Felix y Billy (Vincent) también tienen una buena relación. Se necesita tiempo, pero las recompensas también se pueden obtener al final».