Marco Andretti está determinado a dejar atrás su peor año en la IndyCar y ser protagonista, como hace algunos años.
El estadounidense finalizó 16° en el campeonato del año pasado, igualando su peor ubicación en 14 temporadas dentro de la categoría (2016). Además, tuvo su peor desempeño en las «500 Millas de Indianápolis» al terminar en 26° lugar, a cinco vueltas del ganador.
El intercambio de ingeniero con su coequipero Zach Veach fue una de las primeras soluciones que ejecutó en los últimos meses, cuyo objetivo principañ es tener que hacer un desempeño tan parejo como el resto de sus compañeros en Andretti Autosport.
«En términos de la mentalidad, no me estoy escondiendo del hecho de que estoy contra esto (la mala situación), de que necesitamos actuar ahora, y que necesitamos algunos trofeos», admitió.
«Quiero agotar todo lo que puedo hacer como piloto, no solo físicamente. Es una temporada baja tan larga, más larga de lo habitual debido a la disponibilidad de las piezas nuevas, de que todas las pruebas son tarde».
«Y no puedo solo correr en la máquina caminadora, me volvería loco, así que intento otras cosas, trato de hacer todo lo que esté en mi poder para maximizar este año».
«Es un año muy importante para mí».
Para esto, Andretti aprovechó las últimas semanas para volver a la escuela de manejo de Rob Wilson en Leicestershire, Reino Unido, reconocida porque pilotos de todas las series del mundo, incluyendo la Fórmula 1, van a perfeccionar sus técnicas de conducción mediante autos de calle.
Ante las pruebas en pista limitadas, él mismo le pidió permiso al equipo para explorar esta opción, para poder maximizar sus habilidades.
El originario de Nazareth finalizó quinto en el torneo de 2013, sin duda el más consistente para él en su trayectoria, pese a que solo subió a dos podios y logró dos pole positions.
Su ingeniero de entonces fue Garrett Mothersead, otro de los veteranos de la agrupación, quien regresó a esa posición desde la penúltima fecha del año anterior.
A sabiendas de que sufre pocos accidentes en carreras (su abandono más reciente de este tipo fue en Portland en 2018), su consigna personal será tener un desempeño mucho más alto en calificaciones. En las últimas seis campañas, solo ha llegado al «Fast Six» en circuitos no ovales en dos ocasiones, y de forma parcial, esto lo ha condenado a no tener resultados sobresalientes.
«Siendo crítico conmigo mismo, la calificación me ha matado», dijo. «Porque hoy en día es un deporte que depende mucho de la posición de pista, por lo que no puedes comenzar en la parte trasera y tener una carrera magnífica, a menos que llueva y haya muchas (banderas) amarillas y otras cosas».
«Mi trabajo en carrera es bastante bueno y avanzamos la mayoría de las veces, después de la bandera verde, pero solo tenemos que comenzar por delante del nivel».
Andretti no gana desde aquella visita a Iowa Speedway en junio de 2011, pero no ha perdido la motivación ni el deseo de perseguir el éxito en la IndyCar.
«Estoy procurando seguir divirtiéndome con lo que hacemos, lo cual es algo difícil porque, como competidor, vas a frustrarte», afirmó.
«Es un equilibrio difícil, divertirte, darte cuenta de la posición afortunada en la que estoy y tratar de recordarlo, para tratar de divertirme».