Indianápolis siempre da oportunidad de revancha. Pippa Mann es el ejemplo más reciente en demostrar esta afirmación.
La británica no calificó el año pasado, en lo que pudo haber sido su última aparición en alguna actividad en pista relacionada con las «500 Millas», porque ella misma trabaja casi un año entero para juntar patrocinios y el presupuesto requerido para un programa de este tipo.
Sin embargo, en esta ocasión (y con lo justo, quizá), el destino jugó a su favor y, con su 30º lugar de salida, le dará a Clauson-Marshall Racing su debut en la competencia y ella misma conseguirá la redención que buscaba desde hace 12 meses.
«Esto significa una cantidad enorme para mí», dijo. «Soy una opción extraña para mucha gente porque no soy una piloto de tierra, soy una piloto de circuitos que se ha unido a un equipo de carreras de tierra».
«Pero la familia Clauson y la familia Marshall se han convertido en una especie de familia para mí en los últimos dos años. Esta ha sido una experiencia increíblemente genial y estoy muy contenta de que haya terminado de esta manera hoy.
Quizá Mann, quien hará su séptima participación en la competencia, no estaba entre las favoritas para calificar, dado lo nuevo del equipo y porque, a pesar de utilizar equipamiento de AJ Foyt Racing, no tiene una alianza técnica como tal, lo que implicaba tener ingenieros sin experiencia y un auto que solo había rodado durante cuatro días.
Pero el accidente de James Hinchcliffe, los problemas de los pilotos de Carlin, del mismo Fernando Alonso, Sage Karam y de Kyle Kaiser le permitieron obtener ventaja. Inicialmente, se había posicionado en 25º, aunque los intentos de otros rivales en el final del día la hicieron sufrir de más.
«Sentimos que íbamos a ubicarnos en algún lugar entre el 23º y el 26º, más o menos hoy, que fue lo que sucedió, y luego calculamos un poco mal lo mucho que mejorarían las condiciones de la pista al final del día», compartió.
«Y cuando nos dimos cuenta de lo mucho mejor que estaban y de lo más rápido que hubiéramos podido correr, había demasiados autos en la línea como para sacar el tiempo. Así que literalmente tuve que sentarme allí sudando, y todo lo que estaba pasando por mi cabeza no fue otra vez, por favor, no otra vez, por favor, por favor, no otra vez».
A final de cuentas, Mann no requirió de un intento adicional para calificar. Con su 30º puesto, se extenderá un año más la racha de presencia femenina en la Indy 500 de forma ininterrumpida, misma que se remonta al año 2000.
Un comentario en “Mann, de regreso en la Indy 500”