
FOTO: James Black/INDYCAR Photography
El Gran Premio de Indianápolis fue un momento definitorio en el camino de Scott Dixon rumbo a su quinto título el año pasado.
Su inicio de campaña en 2018 no fue el más consistente, comparado con el desempeño de Josef Newgarden y Alexander Rossi, ya que a pesar de aparecer en el Fast Six en las primeras tres citas en circuitos mixtos y terminar en el Top 11 en las cuatro rondas previas al Mes de Mayo, no subió al podio y quedó con desventaja de más de 50 puntos ante el integrante de Team Penske.
En la carrera en el circuito mixto de Speedway, no fue factor en los entrenamientos ni en la calificación, en la que se ubicó en 18º lugar, resultado inusual para el piloto más exitoso de su generación.
“La meta es siempre ser veloz justo al cruzar la puerta. El año pasado fue muy interesante. Encontramos que gran parte del problema que tuvimos en la calificación fue una cosa siempre que digamos que pasamos por alto”, recordaba este jueves, en conferencia de prensa.
“Pero sí, las cosas han cambiado. Incluso nuestra puesta a punto de lo que corrimos en algunos de los circuitos permanentes el año pasado ha evolucionado mucho y en una dirección muy diferente. Más, el neumático para este fin de semana es totalmente diferente de lo que tuvimos el año pasado con las rojas y negras”.
Dixon tuvo que batallar para sobreponerse y alcanzar el título, apostando a la consistencia en competencias En 17 fechas, su promedio de calificaciones fue de 7.6, lo peor desde 2014, además de cuatro apariciones en el Fast Six (en Detroit se colocó en el Top 5, pero se utilizó otro formato) y arrancar fuera del Top 15 en cuatro ocasiones, incluyendo Portland, una de las fechas que marcó su rumbo en el campeonato.
La “única” pole fue en Gateway, cuya calificación se canceló por lluvia y se ordenó la parrilla con base en el puntaje que para ese momento ya lideraba. Pero este año, su inicio ha sido más “normal”, al avanzar al Fast Six en las primeras cuatro rondas, aunque solo logró la primera fila en Long Beach (2º lugar).
Si bien no anticipa una mala sorpresa como el año pasado, el líder de Chip Ganassi Racing no se confía y espera tener un desempeño sólido en los dos días de actividad para pelear con Will Power en el que calificó, a manera de broma, como el “Penske Grand Prix”.
“Pienso que parece que estamos en una ventana más feliz en muchos de los circuitos permanentes este año. No hemos alcanzado una pole aún, pero hemos estado en el Fast Six para cada carrera. Creo que estamos un poco mejor ahí”, dijo. “Nunca puedes decir algo. La competencia es tan cerrada ahora mismo. Si te rindes un poco, te irás para atrás”.
“Esperemos no (estar) en 18º o 19º donde comenzamos el año pasado. Definitivamente lo hace una carrera divertida, si puedes remontar, tener un auto rápido. Pero Will fue extremadamente rápido el año pasado y dominó la carrera”.
Dixon finalizó segundo en el GP de Indianápolis en 2017 y 2018.