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FOTO: Chris Owens/INDYCAR Media |
Desde los entrenamientos, Juan Pablo Montoya y Helio Castroneves lucieron como los favoritos principales para ganar el Phoenix Grand Prix, segunda fecha de la IndyCar en 2016; no obstante, problemas con neumáticos junto con la aparición de banderas amarillas le quitaron a ambos esta oportunidad.
El brasileño había logrado la pole y liderado las primeras 39 vueltas hasta que la suciedad del trazado cortó su rueda delantera derecha, forzándolo a detenerse en pits; esto hizo que el colombiano heredara la primera posición, pero tuvo un problema idéntico neumático, deteniéndose con 96 vueltas cumplidas.
Adicionalmente, a ambos les tocó la salida del auto de seguridad antes de que sus rivales ingresaran a boxes bajo bandera verde, por lo que perdieron vueltas en gran parte del recorrido y aunque los incidentes ajenos les permitieron volver al mismo giro que los punteros, poco pudieron hacer para recuperar terreno.
“Esta fue más una carrera de desgaste”, dijo Montoya. “Tuvimos los autos más rápidos pero nos perjudicaron las amarillas y llantas cortadas, entonces no hay una sensación verdadera de lo que nuestros autos pueden ser capaces.
Inicialmente se pensó que habría un problema con los neumáticos Firestone, pero a pesar de que otros pilotos también tuvieron problemas, estos fueron menores. Tal como ocurrió con el ganador defensor de Indy 500, Castroneves no sintió indicios de fallas hasta que sufrió la pinchadura, la cual ocurrió al salir de la curva 4 y en la que además soportó los embates de su coequipero.
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FOTO: Chris Owens/INDYCAR Media |
“Nunca hubo una indicación de que hubiera algún problema con la llanta, entonces cuando nos dimos cuenta que que estaba baja, era muy tarde” describió. “Todo iba muy bien, que era muy bueno para ser verdad. Cuando disminuyes la marcha en un óvalo como este, es una eternidad volver a pits. Perdimos mucho ahí”.
A pesar de que la gente de Firestone no dio alguna postura ante estos incidentes, la escudería de Roger Penske aseguró que fue la suciedad de la superficie la que cortó ambos neumáticos.
Scott Dixon ganó el evento mientras Simon Pagenaud, otro piloto de Penske, asumió la punta del campeonato.