Conor Daly necesitaba un milagro para correr en las «500 Millas de Daytona» y, de alguna forma, lo tuvo.
Las primeras vueltas del estadounidense en un superóvalo, al volante de un auto Next Gen de NASCAR Cup, fueron este jueves, cuando a pesar de todos sus problemas tomó la bandera verde en su duelo clasificatorio de 150 millas.
Pero los dioses de la fortuna sonrieron a su favor y este domingo, Daly tomará parte de la carrera más importante de NASCAR.
“Bueno, tuvimos mala suerte inherente durante las últimas 36 horas, pero tuvimos suerte. Ojalá pudiera haber dicho que lo conduje a un ritmo puro, pero fue una locura», expresó.
«Cuando salimos, el auto estaba rebotando. No tenía idea de lo que estaba pasando. Pensé que el tren motriz estaba roto, y Tony (Eury Jr., jefe de mecánicos) simplemente lo mejoró cada vez. Tuvimos suerte con las (banderas) amarillas para intentar conseguir algo de experiencia, pero es una locura».
Y es que el regular de IndyCar no tomó parte de la calificación por tiempos de ayer miércoles, ya que un cortocircuito quemó una linea de aceite una hora antes de la sesión, por lo que ser el mejor entre los equipos Open (sin lugar asegurado en el evento) en su preliminar.
Además, en las vueltas de calentamiento, un desperfecto mecánico hizo que su vehículo rebotara de manera excesiva e lo hiciera inmanejable. Tan pronto como ondeó la bandera verde perdió la succión aerodinámica y, con ello, al grupo. Las probabilidades estaban tan en su contra que reveló a la prensa que ya tenía un boleto para regresar a Los Ángeles mañana viernes.
Sin embargo, una bandera amarilla temprana, cuando una ventana lateral se desprendió del auto de Justin Haley (Kaulig Racing), lo que le permitió a Daly y a su equipo No. 50 de The Money Group hacer arreglos significativos.
Como todavía tenía desventaja en velocidad, Daly perdió una vuelta durante el periodo largo de bandera verde: sin embargo, un accidente que Daniel Suárez (Trackhouse) y Kyle Busch (Childress) generaron a 20 vueltas del final involucró a Travis Pastrana (23XI Racing) y a Austin Hill (Beard Oil Racing), los otros pilotos en autos Open.
Ambos abandonaron la carrera por los daños con los que quedaron sus máquinas; si bien Pastrana tenía como respaldo su provisional por velocidad en calificación, Hill se quedó sin oportunidad de luchar.
De esta forma, el originario de Noblesville, Indiana, sólo debió completar el duelo, lo cual hizo en 17˚ plaza, y esperar a que su auto pasara la inspección posterior, algo que pasó sin problemas.
«Esta carrera, la he visto durante tantos años y pueden pasar tantas cosas locas, y afortunadamente estábamos en el lado correcto de la locura. Es bastante asombroso», indicó.
Daly será el 62˚ piloto en participar en las «500 Millas de Indianápolis» y en la Daytona 500; Danica Patrick (2018) fue la última en participar en ambas competencias en un mismo año, algo que de no haber sorpresas, el titular de Ed Carpenter Racing en IndyCar también podría hacer.