No fue tan espectacular como Marcus Ericsson, pero Scott Dixon tuvo la fortuna a su lado para ganar otra caótica e histórica carrera de IndyCar en Nashville.
El neozelandés tuvo que hacer seis detenciones en los pits durante la jornada de este domingo, que inició hora y media más tarde de lo programado por una tormenta eléctrica que apareció en la ciudad.
Tres de esos ingresos fueron no programados, debido a que recibió un contacto de parte de Dalton Kellett durante una carambola en la primera parte del recorrido que le dañó el difusor trasero y una de las suspensiones posteriores de su monoplaza.
Sin embargo, Dixon no perdió la vuelta del líder y tomó oportunidades entre la serie de accidentes que se generaron en la carrera, haciendo su última parada en la vuelta 50, justo antes de que Rinus VeeKay y Graham Rahal chocaran y provocaran un encadenamiento que obligaría a casi todo el grupo a entrar por llantas y combustible.
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Así fue como Dixon pasó al segundo lugar y esperó a que Josef Newgarden realizara su ingreso dieciséis giros más tarde, también durante otra neutralización. A partir de ahí, sobrevivió a otros dos reinicios y una bandera roja para contener la presión de Scott McLaughlin, quien lideró la primera parte del recorrido pero, por un mal pit stop final, tuvo que remontar desde la 15º ubicación.
Aunque ya se situaba segundo al momento de la bandera roja y ésta le dio una oportunidad para atacar a su compatriota, el piloto de Team Penske se quedó a 0.1067s. de lograr su cometido.
De esta manera, Dixon desempató con Mario Andretti para convertirse en el segundo piloto con más victorias en la especialidad de autos Indy, con 53. Además, tomó el subliderato general, situándose a seis puntos de Will Power, quien acabó 11º.
Álex Palou también fue uno de los beneficiados por las banderas amarillas, aunque en su caso fue en la vuelta 23, después de un trompo que tuvo Helio Castroneves y que se desarrolló en la primera ronda de detenciones.
Fue así como el español lideró 31 giros, pero el incidente entre VeeKay y Rahal lo dejó en sexta posición. Su remontada incluyó contactos con Power y una lucha prolongada con Christian Lundgaard, quien también estaba en la ventana de paradas de Dixon; al final, Palou se quedó con el segundo sitio para subir al podio por vez primera desde Mid-Ohio.
El Top 5 lo completaron Alexander Rossi, quien generó la primera bandera amarilla por un despiste, y Colton Herta, quien al principio se tocó con Dalton Kellett y dañó su alerón delantero. Los dos estadounidenses tenían una vuelta de desventaja para el noveno giro, pero al jugar con la ubicación en pista, la recuperaron mientras aparecían las neutralizaciones, por lo que regresaron a la lucha.
Con llantas nuevas, Newgarden remontó de 14º a sexto, no sin antes tener un incidente con Romain Grosjean en el penúltimo rearranque, en el que ambos se tocaron y el francés terminó en el muro de la curva 9. Esto fue lo que generó la bandera roja, a fin de tener un final en condición de verde.
Felix Rosenqvist, Lundgaard, Jack Harvey y Simon Pagenaud completaron el Top 10. Para el británico es su mejor resultado del año, mientras que el francés también se situó en la ventana de Palou al principio, pero fue uno de los varios pilotos que reportó problemas mecánicos.
Power fue último en la vuelta del líder, en parte porque fue partícipe de un contacto múltiple en la vuelta 26. Jimmie Johnson, quien tenía una secuencia alterna y se situó tercero, detuvo a todo el grupo y desató la serie de contactos en las Curvas 6 y 7: sin tener conocimiento, Rahal pegó en la parte trasera del auto de Pato O’Ward y éste en el del australiano.
Mientras el mexicano quedó sin transmisión y el del estadounidense rompió el alerón delantero, Harvey frenó en seco y amontonó a Callum Ilott y a Kellett, quien fue quien le pegó a Dixon. Pese a acabar cuatro vueltas detrás del ganador, Ilott quedó en 15º con el auto de Juncos Hollinger Racing.
Adicionalmente hubo accidentes entre Takuma Sato y Devlin DeFrancesco y uno entre Kyle Kirkwood y David Malukas. El sueco Ericsson tampoco se salvó de los contactos, que también lo dejaron sin transmisión en el penúltimo reinicio; se le acreditó la 14º casilla, pero siendo uno de los once abandonos. 36 de las 80 vueltas se recorrieron bajo bandera amarilla.
Además, el margen de victoria entre Dixon y McLaughlin es el cuarto más corto en los circuitos callejeros y permanentes en la historia de IndyCar.