Santino Ferrucci completó el Gran Premio de Detroit con Juncos Hollinger Racing, aunque la carrera fue todo un reto físico.
Para este fin de semana, el estadounidense suplió a Callum Ilott, quien se fracturó una mano durante su accidente en las «500 Millas de Indianápolis», siendo su primera competencia en circuitos callejeros desde la visita a Nashville, en agosto.
Aunque mostró progreso durante el fin de semana, Ferrucci quedó cerca de avanzar al Fast 12 de calificación, en la cual se ubicó en 17º, desde donde buscó hacer una estrategia distinta.
Pero entre la ausencia de banderas amarillas, su preocupación principal fueron las ampollas de sus manos, mismas que le complicaron la parte final del recorrido. Parte de eso fue el motivo por el cual no opuso resistencia cuando Will Power lo colocó dos vueltas abajo, quedando 21º en el resultado final.
“Fue un día muy interesante para nosotros Juncos Hollinger Racing”, dijo Ferrucci. «El no. El auto 77 JHR fue muy rápido, pero no pude sostener el volante porque tenía ampollas».
«Estoy muy feliz por la oportunidad y espero poder correr para este equipo en algún momento en el futuro”.
De cualquier modo, fue una jornada de recuperación para la escuadra de Ricardo Juncos y Brad Hollinger, luego del accidente de Ilott y la falta de ritmo de Ferrucci en este tipo de pistas, en especial porque afrontó el trazado urbano más exigente del calendario.
El argentino confía en tener a Ilott de vuelta para la próxima fecha, a desarrollarse este domingo en Road America.
«Aunque no obtuvimos el resultado que esperábamos en Detroit, teníamos un auto rápido», mencionó. «Después de enterarnos de que Callum no tendría autorización para conducir este fin de semana, el equipo hizo un trabajo increíble para que Santino se acomodara en el auto con tan poca anticipación».
«Quiero agradecer a Santino por ayudarnos este fin de semana reemplazando a Callum. Seguiremos adelante a partir de aquí y esperamos tener a Callum de vuelta en el auto el próximo fin de semana en Road America”.