
Vince Granatelli (FOTO: Archivo Indianapolis Motor Speedway)
Vince Granatelli, hijo del legendario Andy Granatelli, falleció este sábado a la edad de 78 años.
La prensa estadounidense reportó que el estadounidense contrajo neumonía y después fue víctima de COVID-19.
Siguiendo los pasos de su padre Andy y su tío Vince Sr., a quienes les ayudó a desarrollar los autos STP con turbina de gas en los años 60, Vince tuvo su propio equipo en CART de 1987 a 1991, luego de comprar los activos de la escuadra que Dan Cotter, CEO de Cotter & Co. (dueña de True Value) tuvo.
Para su primer año mantuvo como piloto a Roberto Guerrero y como ingeniero a Morris “Mo” Nunn, quienes habían estado juntos en Ensign en Fórmula 1 y llegaron a Estados Unidos, con Bignotti-Cotter Racing, en 1984.
Con un March-Cosworth, el colombiano obtuvo sus dos únicas victorias en la categoría en ese ’87, además de quedar en segundo lugar en la Indy 500, luego de que una falla de clutch en su última detención en pits le arruinara su posibilidad de ganar.
Pese a perderse las tres últimas carreras por quedar en coma por 17 días tras un accidente en unas pruebas en Indianápolis, en el cual un neumático golpeó su cabeza, Guerrero acabó cuarto en el puntaje de ese año.

La campaña de ’88, para la que se cambiaron a Lola, fue menos afortunada, con Guerrero ocupando la 12º posición general sin competir en dos fechas, siendo reemplazado en ellas por Al Unser Sr., quien le ganó las 500 Millas de Indy un año antes. Gordon Johncock manejó un monoplaza adicional en tres rondas.
El sudamericano dejó al equipo para 1989, año en el que Tom Sneva disputó ocho carreras, John Andretti manejó una inscripción adicional en Indy 500 y tanto él como Didier Theys suplieron a Sneva en la parte final de la campaña. Ninguno logró algo mejor que un 10º sitio, en un año en el que dejaron Cosworth y firmaron con la motorista Buick.
La situación fue similar para 1990, cuando el belga Theys participó en casi todo el año – logrando un 7º puesto en Toronto – y con Sneva y Kevin Cogan corriendo en Indianápolis.
Para 1991, su último año de operaciones, Granatelli unió fuerzas con Bob Tezak para adquirir Doug Shierson Racing, con el cual Arie Luyendyk ganó Indy 500 un año antes. El piloto holandés se mantuvo como titular, mientras la agrupación usó la fórmula Lola-Chevrolet; cinco podios (incluyendo un tercer puesto en el Brickyard), una victoria (Nazareth) y la sexta posición general fueron sus números.
Después de un año en el que hubo problemas de patrocinio y conflictos legales entre Tezak y Granatelli, el equipo finalmente cerró al final del año. Posteriormente, Vince y su padre Andy fueron visitantes frecuentes a Indianápolis. Andy falleció en 2013.
Entre las últimas apariciones de Vince se destaca la que hizo al Museo de IMS para la exposición “Granatelli: Larger than Life”, que estuvo abierta de agosto de 2020 hasta el 16 de enero pasado.
Descanse en paz.