
FOTO: James Black/INDYCAR
Aunque evada hablar sobre ello, el futuro de Alexander Rossi pinta para ser uno de los temas de conversación para este verano.
A diferencia de lo que pasó hace un par de años, cuando Andretti Autosport era el centro de la conversación por un cambio de motores de Honda a Chevrolet que nunca ocurrió, el estadounidense es ahora un potencial protagonista estelar de la “Temporada Necia” de la IndyCar rumbo a 2020, ante las especulaciones que lo colocan en Team Penske.
Conociendo su personalidad de ser un hombre de pocas palabras, no ha tenido dificultad en evitar dar indicios sobre su destino, si es que hay un cambio de rumbo, en dos ocasiones, afirmando que el hecho de que su destino “está en manos de Dios”.
“Creo que ustedes me conocen respecto a ese punto”, dijo el viernes. “Pero no es mi narrativa. Es la narrativa de la prensa. Es muy fácil salir, hacer mi trabajo e intentar ganar carreras cada fin de semana”.
Desde que el californiano fue contratado por Roger Penske para correr en las cuatro pruebas más importantes de IMSA, se ha rumorado en más de una ocasión que podría pasar a la operación de IndyCar tan pronto como el año próximo.
Inicialmente, su destino era sustituir a Simon Pagenaud, pero cuando el francés ganó las “500 Millas de Indianápolis”, el propietario no tardó en asegurar que “absolutamente” continuaría en su plantilla de pilotos, dejando como única alternativa la expansión del equipo a cuatro coches de tiempo completo, lo cual no ocurre desde 2017.

Y sí, una alineación hipotética de Rossi-Pagenaud-Josef Newgarden-Will Power sería una de las más poderosas desde que Juan Pablo Montoya y Helio Castroneves eran parte del cuarteto que completaban el australiano y el francés.
Pero a su vez, ¿por qué habría de dejar el equipo que le dio la oportunidad para revivir su carrera? Después de todo, Andretti le ha dado todas las prestaciones posibles (autos, ingenieros y estrategas) para ser el antagonista del “Capitán” y de Chevrolet, y lo ha hecho convincentemente en ocasiones reiteradas, más recientemente en la jornada de ayer.
Además, la relación con Honda y Rossi ha sido han sólida en los últimos años que esto podría ser el impedimento principal para que cambie a la motorista rival. El mayor contratiempo sería el patrocinio (usualmente, NAPA Auto Parts no cubre el presupuesto de la temporada completa), aunque si la marca japonesa pretende evitar a toda costa un cambio de este tipo, no debería escatimar para ayudar a cubrir parte de los costos.
Es claro que Rossi es, hasta ahora, el piloto más codiciado del paddock. Mentalmente, quizá no hay nadie que esté manejando a su altura en este momento, como lo demostró en Indianápolis y Texas, pistas en las que en el papel no podía pelear ante los coches de Penske.
Seguramente él está consciente de esto, y por ello se rehúsa a ofrecer detalles sobre lo que hará en 2020. Hasta entonces, no quedará más que seguir construyendo narrativas y esperar novedades concretas.
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