Graham Rahal aún no alcanza a digerir completamente la sucesión de eventos que vivió en menos de 48 horas.
El estadounidense fue la víctima del drama de la calificación el domingo pasado, luego de que Jack Harvey encontrara milagrosamente la velocidad suficiente en su tercera y última oportunidad para superarlo en tiempos y lo dejara fuera de la parrilla de las «500 Millas de Indianápolis» de este domingo.
Las escenas de llanto y frustración fueron evidentes en Rahal, quien entre la multitud de personas a su alrededor, encontró cobijo en su hija, quien por su edad no comprendía la magnitud de lo que pasaba.
«Todo lo que me dijo cuando la abracé fue: ‘Oh, papi, estás mojado’. Por supuesto, había estado sudando durante una hora», recordó.
Y es que, como consecuencia de la falta de velocidad y balance en su No. 15, así como en los otros autos de la agrupación, tanto Graham como Rahal Letterman Lanigan Racing agotaron todas las opciones para tratar de entrar a la parrilla, pero sólo el de Katherine Legge logró meterse a los 30 primeros lugares en el primer día de calificaciones y los otros tres lucharon con Sting Ray Robb (Dale Coyne Racing) por los últimos tres cupos disponibles.
En la agrupación hicieron de todo, hasta explorar un posible cambio de chassis, algo que no se pudo porque la fecha límite para hacerlo era el viernes por la tarde. La desesperación era relativa en Rahal, en especial porque Harvey se vio como el más lento de todos y no podía encontrar mejoras significativas. Poco se podía hacer ante el intento de Robb, quien se ubicó justo por delante de ambos.
Llegó el intento final de calificación del británico, el cual no ofrecía muchas novedades tras sus dos primeras vueltas, pero la tercera mostró una mejora tan inusual como sorprendente y que generó júbilo entre los presentes. La cuarta permitió dar un promedio final de 229.166 mph, venciendo por 0.007 mph a Rahal.
Ante el fracaso de su resultado, el piloto de Ohio fue claro al garantizar que no compraría un lugar en la parrilla, al ser una carrera en la que uno se tiene que ganar el derecho de participar.
Pero al día siguiente, Stefan Wilson tuvo su accidente infortunado el su No. 24, en el que la dinámica de un paquete de autos lo vio levantar el acelerador, pero Katherine Legge no frenó a tiempo, impactó en la parte trasera del monoplaza y generó un golpe frontal con la pared de la Curva 1. El resultado fue una fractura en una vértebra.
De inmediato, Dennis Reinbold y la agrupación se pusieron a ver opciones, aunque la de Rahal era tan completa como sensata y con historial, porque manejó en una carrera en 2010, al calificar en 17˚ y llegar noveno en Iowa.
A su vez, Rahal se sintió triste por la situación y honrado por la conexión con la familia Wilson, desde que fue coequipero de Justin en los días de Champ Car y la primera temporada de la reunificación de series hasta la ayuda que él mismo ha hecho a la familia del británico desde su fallecimiento en 2015.

«Claramente este es el viaje de Stef. Es su asiento. Ha hecho un gran trabajo para llegar al punto que es. Fue un honor para mí recibir la llamada. A Dennis, a Brett, a Don (Cusick), a todos los que hicieron que eso sucediera, ciertamente estoy muy agradecido», dijo en conferencia de prensa.
«Sentí todas las emociones en los últimos días. Pero como siempre he dicho, y Dennis lo sabe muy bien, eso es Indy. Puede hacerte pasar por un círculo vicioso, y nunca sabes qué va a pasar, cómo va a suceder. No sabemos cómo terminará dentro de cinco o seis días».
«Al final del día, cuando se presenta una oportunidad como esta, ciertamente te sientes honrado de recibir la llamada. No mentiré, me sentí emocionado de tener la sensación de que otro equipo tenía el respeto al menos para llamarme. Fue una gran oportunidad venir aquí e intentar rendir y poder correr este domingo».
«Pasas por todo, los altibajos, y todavía no quiero intervenir y tomar el control aquí. También es el papel de Stef. Él armó todo esto, él y Don y Dennis y todos pusieron todo este programa juntos. Es una situación muy desafortunada. lo siento por él».
El trabajo fue sin parar a lo largo del lunes, ya que su llamado fue idea de Cusick y Reinbold desde la tarde. Al canalizar la situación con su padre y con Honda, las pláticas fueron tan fluidas que el traspaso estaba hecho para las 10:30 PM (Hora Local).
Ahora, la presión recae sobre Rahal, quien está trasladando todo lo que puede para tener una transición tan fluida como se pueda. Al momento, se sigue preparando el auto de reserva de Cusick, que tiene dos años sin utilizarse pero su base se construyó hace una década.
Sólo tendrá dos horas para afinar su estilo de manejo en pista, en la última práctica rumbo a las 500 millas el viernes próximo, aunque tiene la ventaja de conocer a algunos ingenieros que pasaron por RLL.
Para él, clave será tomar todas las notas que Ryan Hunter-Reay, titular del No. 23, ha realizado en este mes, en especial cuando mencionó que tanto el de él como el de Wilson pueden hacer cosas interesantes en las 500 millas.
«Esta situación es súper única. Iré desde aquí para sentarme en el auto. Tienes que pensar, todo es diferente. He estado en el mismo lugar durante 12 años», declaró.
«Pero para competir contra ellos… miren, no vendría aquí si no pensara que tenemos la oportunidad de ganar y seguir adelante. Creo que estos muchachos te dirán que han tenido un auto muy sólido durante toda la semana y que Ryan será un gran socio».
:Le deseo lo mejor a mi equipo de RLL. Ciertamente quiero verlos triunfar. Pero tampoco estaría haciendo esto si no quisiera ganar con Don, Dennis, Gary y toda esta organización. Ese es mi trabajo. Así que eso es lo que vamos a tratar de hacer».