Charlie Kimball esperará un año entero para tomar revancha en las “500 Millas de Indianápolis”.
El estadounidense fue uno de los dos pilotos que no tomarán parte de la carrera más famosa del automovilismo, al no poder encontrar la velocidad suficiente para competir en el Bump Day de este domingo, junto con RC Enerson.
A diferencia del año pasado, cuando todavía era piloto de tiempo completo, el californiano no tiene más carreras agendadas para el resto del año, por lo que digerir este momento será algo muy duro.
«¿Como me siento? La emoción predominante es el dolor», dijo. «Me duele tanto perderme esta carrera que significa tanto, sabiendo que mi próxima oportunidad de intentar competir en las 500 Millas de Indianápolis no será sino hasta el próximo mes de mayo. Un año es mucho tiempo y ahora parece una eternidad».
“Al mismo tiempo, hay una gran cantidad de orgullo por el No. 11 tripulantes, el auto Tresiba Chevrolet A.J. Foyt Racing. La cantidad de camisetas de diferentes colores que trabajaron en ese auto en las últimas 36 horas para tratar de llevarlo a donde tenía que estar y estar en el show, nunca culparé el esfuerzo».
«Esos muchachos trabajaron muy duro y pusieron tanto en ello, y están sintiendo exactamente el mismo dolor que yo».
Es la primera vez que Kimball se queda fuera de la Indy 500; en diez intentos previos, su mejor lugar de salida fue 14º en dos ocasiones, pero fue 28º en 2011 y 29º con la escuadra de Foyt, que había inscrito cuatro autos para el evento. Los otros tres clasificaron, con JR Hildebrand siendo 22º, Sébastien Bourdais 27º y Dalton Kellett 30º.
El otro que no entró fue Enerson, cuya escuadra Top Gun Racing hizo un progreso notable desde que encendió sus motores hace dos semanas, en su Shakedown inicial en Gateway.
Aunque no se llegó al objetivo, el estadunidense espera que sea el cimiento para que éste sea un proyecto a largo plazo.
«Poder intentar calificar para las 500’s, con un equipo que obtuvo el auto hace un mes y medio, todo completamente nuevo, tengo que armarlo todo, apenas llegar a Gateway para la evaluación de novatos, y luego traerlo aquí, la carrera más difícil para IndyCar durante todo el año, y al menos estar a la velocidad a la que estamos ahora, es nada menos que asombroso», indicó.
«Muy agradecido por esos chicos. Y este es el comienzo de nuestra historia, no el final».
