
FOTO: Joe Skibinski/INDYCAR Photography
Contundente fue el mensaje de respaldo de Michael Andretti sobre la participación baja de equipos en la Indy Lights.
El viernes pasado, al anunciar a su ahijado Jarett como cuarto piloto para la Freedom 100, el ex piloto estadounidense no ocultó su frustración en torno a que, pese a los esfuerzos e incentivos que la administración de Dan Andersen ha ofrecido para atraer a más propietarios, específicamente a los de la IndyCar, a la parrilla de la serie estelar del Road to Indy sigue lejos de ser amplia y aceptable para dirigentes, patrocinadores y aficionados.
“Realmente me enoja de algunos de los dueños que no la respalden”, comentó. “Miren el talento que sale de la serie cada año. Uno sale, entra, ellos son competitivos. Es un campo de entrenamiento realmente bueno para nuestros pilotos”.
“Creo que todos deberíamos estar detrás de esto. Me enoja mucho, para ser honesto, que ellos no se involucren más porque al final es bueno para todos nosotros si hacemos que la serie de desarrollo sea fuerte. Solo va a traer más talento. No solo los conductores, sino también los mecánicos que puede entrenar, puede capacitar a los ingenieros”.
Dejando del lado de la calidad de los graduados a la categoría (incluyendo a Patricio O’Ward y a Colton Herta, campeón y subcampeón del año pasado), históricamente, la participación de los equipos de IndyCar en las divisiones del Road to Indy ha sido mínima. De hecho, ante el cierre de Panther Racing y el enfoque completo de Schmidt Peterson Motorsports en la IndyCar han dejado a Andretti como único equipo con operación expandida.
Por el contrario, Carlin y Bryan Herta Autosport (este último uniendo fuerzas con Andretti), que comenzaron operaciones en el Road to Indy, ahora compiten únicamente en IndyCar. Juncos Racing se encaminaba a un caso similar, aunque mantuvo su compromiso con Andersen y aún tiene autos en Indy Lights e Indy Pro 2000.
Para este año, Andretti redujo su flota de cuatro a tres coches de tiempo completo y Juncos la mantuvo en dos, mientras Belardi Auto Racing pasó de dos a tres monoplazas y Team Pelfrey, que había corrido de tiempo parcial en los últimos años, se alió con BN Racing, dueño principal de dos autos más, teniendo un total de 10 máquinas.
Aunque la situación general es un poco mejor que en 2018, Andretti indicó que INDYCAR, que le cedió a Andersen la operación de la Indy Lights en el verano de 2013, tendrá una participación mayor en la promoción de la categoría en los próximos meses.
“Esto funciona muy, muy bien para nosotros. Es algo en lo que no voy a rendirme. Creo que hay algunos planes para hacerla mejor en el futuro, por lo cual estoy muy emocionado”, mencionó.
“Creo que INDYCAR está dándose cuenta de lo importante que es. Creo que los verás detrás de ello un poco más”.