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Foto: Chris Jones/INDYCAR Media |
La IndyCar podría no volver a Pocono después de este fin de semana, debido a que hay una alta probabilidad de que la asistencia sea muy inferior a la de 2013.
Así lo dijo a la agencia AP el presidente del óvalo, Brandon Igdalsky, quien aseguró que a pesar de tener un contrato de tres años con la categoría, está considerando platicar con Mark Miles, CEO de IndyCar, para salirse de dicho acuerdo prematuramente.
“Cada estudio que hemos hecho decía que la gente vendría, pero no se han alcanzado los números que necesitamos”, aseguró Igdalsky.
En 2013, hubo un estimado entre 30 y 35 mil asistentes, pero ahora se asegura que las estadísticas son “escalofriantes”. La distancia del evento se aumentó de 400 a 500 millas para la edición de este 2014, con el fin de formar la “Triple Corona” junto a Indianapolis y Fontana.
No es la primera vez que la categoría sufre un problema con algún evento en el fin de semana del 4 de julio, en el cual se celebra el Día de la Independencia en Estados Unidos. Watkins Glen albergó competencias en esta época del año entre 2007 y 2010, en la que su venta de boletos disminuyó gradualmente; antes, tanto la entonces IRL como la fallecida Champ Car tenían eventos en Kansas y Cleveland, respectivamente, y su asistencia fue irregular.
Pocono fue desechado del campeonato de la serie a finales de los años 80 por el entonces promotor, Joseph Mattiolli (abuelo de Igdalsky).
Asimismo, la asistencia ha sido un problema en la NASCAR en los últimos años, al grado de reducir la distancia de sus eventos de 500 a 400 millas y, desde hace unos meses, se rumora la posibilidad de remover una de sus dos competencias de su calendario para favorecer a otros circuitos, como Iowa y Las Vegas.
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