Todos sabemos las noticias respecto a la situación de AJ Allmendinger tras ser suspendido indefinidamente por dar positivo en las pruebas de antidoping en la serie NASCAR. El piloto norteamericano fue liberado la semana pasada de su contrato de Penske Racing, y ha acordado entrar al “Programa de Recuperación” de ese serial.
Sin embargo, comenzaron los rumores acerca de un posible retorno a los autos open-wheel. Allmendinger fue uno de los últimos prospectos de la serie Champ Car; tras ganar los campeonatos de Barber Dodge y la Formula Atlantic, llegó en 2004 a la categoría mayor con el equipo RuSport, ganando el trofeo de “Novato del Año”. Desde ahí y hasta 2006, el californiano fue un referente de la categoría, ya que fue el último piloto de Estados Unidos en tener éxito en la ahora difunta serie. Es más, fue el único que completó (casi) toda la campaña de 2006, ganando en cinco eventos para Gerry Forsythe antes de la llegada de Graham Rahal.
Tras la separación del americano y el equipo del “Capitán”, surgieron algunos interesados en sus servicios: Robin Miller, de SPEED Channel, reportó en una de sus columnas que AJ Foyt estaba dispuesto a tener un segundo auto en alguna de las carreras restantes de esta campaña, si se materializaba un patrocinador, pero sólo son ideas las que ha propuesto el texano. Además, el fin de semana anunció la llegada de Chase Austin para las 500 Millas de Indianapolis del próximo año, por lo que esta posibilidad de diluye.
En Mid-Ohio, Michael Shank revivió la posibilidad de integrarse al serial. El propietario ganador de las 24 Horas de Daytona no ha podido iniciar su programa en la categoría, en el cual Allmendinger es su socio, principalmente por la falta de motores disponibles, pero el problema actual es el mismo que con Foyt: apoyo económico. Además, Shank aceptó, en una entrevista para SPEED, que la prioridad para el piloto de 30 años es continuar en NASCAR, a pesar de que no ha sobresalido como se esperaba.
Ante todo, lo primero que debe hacer Allmendinger es recuperarse física y psicológicamente de la situación por la que atraviesa, ya que no es común en este deporte. Las declaraciones que hizo hoy acerca del origen de su infortunio (una píldora para dormir) afectaron su ritmo. Pero después, será un tiempo de decisión, ya que no existen muchos lugares disponibles en la Sprint Cup, por las circunstancias económicas y la credibilidad que ha perdido, independientemente del hecho de que si el dopaje haya sido involuntario o no.
Si opta por un regreso a IndyCar, sería un proceso de readaptación que igual, podría tener éxito o tardaría tanto como su travesía en los equipos de NASCAR en los que ha participado, pero a la vez, sería otra gran estrella que tendría la categoría y, si él opta por reintegrarse a los open-wheel, muchos considerarían su carrera en NASCAR como “un fracaso”. De cualquier forma, sólo son especulaciones acerca del futuro de Allmendinger, quien se encuentra en una delicada situación y en la cual, tanto la prensa como sus aficionados le han demostrado todo el apoyo posible.
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