Jimmie Johnson se operó su mano derecha fracturada ayer lunes y confía en participar la semana entrante, en el Open Test de la IndyCar en Indianápolis.
El fin de semana para el piloto de Chip Ganassi Racing en Long Beach fue más que funesto, quizá el peor desde que se unió a la categoría, ya que protagonizó tres accidentes. uno en cada día de actividad.
El primero fue el más aparatoso, ya que al no soltar el volante cuando perdió el control de su monoplaza en la Curva 5, el impacto consecuente lo dejó con fractura en su mano.
A pesar de ello, Johnson continuó en activo durante el resto de la actividad, utilizando una férula de fibra de carbono; sin embargo, tuvo un accidente en el ensayo matutino del sábado, fue penalizado en la calificación por bloquear a Graham Rahal y acabó en la barrera de llantas el domingo, luego de chocar con David Malukas.
Ayer lunes, el titular del No. 48 viajó a Carolina del Norte, donde en lugar de recibir tornillos, fue operado directamente.
Se espera que se recupere tanto para el Open Test de la semana próxima (20 y 21 de abril) en el óvalo de Indianápolis, donde aún tiene que completar su Programa de Orientación de Novatos, como para la siguiente ronda del campeonato de IndyCar, que será el 1 de mayo en Barber, Alabama, el primer circuito permanente del año.
«Este trato no es fácil», dijo durante el fin de semana. «Hay que vivir al filo de la navaja en estos trazados callejeros, y no hay margen de error».
«Tratando de ser más rápido (y) tratando de ser más competitivo, cometí algunos errores este fin de semana. Aprenderé de ellos y volveré más fuerte”.