Julio no es un mes que Scott Dixon vaya a recordar por mucho tiempo.
Y es que todo parecía indicar que, tras su victoria en Road America, el neozelandés sería el piloto a alcanzar para el resto de la temporada de la IndyCar, al reafirmar su liderato por 34 puntos sobre Simon Pagenaud. Considerando que arrancó el certamen con cinco Top 5’s en los primeros cinco compromisos del calendario, y que de milagro no tuvo lesiones en Indianapolis, un dominio para el resto de la campaña era imaginable.
Pero todo cambió en las siguientes tres carreras: no fue factor en Iowa, donde clasificó 17° y llegó octavo, en parte porque su coequipero en Chip Ganassi Racing, Tony Kanaan, lo dejó pasar en la penúltima vuelta. Después llegó Toronto, donde un accidente con Graham Rahal y Will Power iba a condenarlo a quedar atrás, aunque una bandera amarilla lo condujo al décimo sitio.
Para cerrar el mes, el de Mid-Ohio, donde ha ganado en cinco ocasiones, tampoco fue un buen compromiso, al nunca encontrar velocidad ni puesta a punto, lo que lo hizo conformarse con el noveno lugar final.
«Nunca estuve 100 por ciento feliz, después de que probamos la semana pasada y en clasificación», afirmó. «No creo que hayamos tenido el balance adecuado cuando lo queríamos».
Durante la carrera, Dixon comunicó a su equipo que existía la posibilidad de que algo se hubiere roto en su monoplaza, en el aspecto mecánico, aunque en realidad, lo único que podían hacer era sobrevivir con el subviraje de su puesta a punto, que fue constante durante el fin de semana.
Una detención en pits tardía, producto de una falla en la pistola del neumático trasero izquierdo, tampoco ayudó a su causa.
«Fue uno de esos días en los que posiblemente todo pudo ir mal», afirmó a IndyCar.com. «Es frustrante, pero así pasa a veces. Somos muy afortunados de estar donde estamos. Todavía tenemos una oportunidad».
Su resultado, junto con las dos victorias que Josef Newgarden obtuvo en Toronto y Mid-Ohio, provocaron que el estadounidense de Team Penske tomara la delantera del certamen, ocho puntos delante del piloto de Ganassi (453 vs 455); tras Elkhart Lake, la diferencia era de 61 unidades. Además, Helio Castroneves también lo superó por un punto (446 vs 445).
Aunque sabe de la dificultad e imprevistos que pueden suscitarse en las siguientes cuatro carreras, la meta de Dixon es ir paso a paso para llegar a la final, en Sonoma Raceway, con posibilidades reales de quedarse con un quinto título.
«Creo que intentas lograr tantos puntos como puedas durante esta temporada», dijo durante el fin de semana.
«No hemos hecho un buen trabajo con eso en muchas pistas. Desearía tener un poco más de puntos, pero no estamos pensando en ellos. Estamos en buen posición. La única vez que liderar el campeonato cuenta realmente es al final de este año. Veremos cómo nos va en las siguientes cuatro carreras y ver cómo se presenta Sonoma».
El año pasado, Dixon sumó dos rachas de, al menos, cuatro carreras al hilo fuera del Top 5 (Alabama, el G.P. de Indy, la Indy 500 y Detroit 1, y después Toronto, Mid-Ohio, Pocono y Texas), lo que solo había ocurrido cuatro veces previamente, en carreras sancionadas por IRL/IndyCar.
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