Ryan Hunter-Reay no pudo quedar más agradecido por regresar al podium en la IndyCar Series.
El campeón de 2012 volvió a lucirse en Iowa Speedway, la pista en la que es el piloto más exitoso, al terminar en tercera posición, después de comenzar el fin de semana buscando velocidad, pero que terminó luchando con los pilotos de Team Penske y Ed Carpenter Racing.
«Durante la hora y media de práctica que tuvimos (por la mañana), hicimos buenos cambios (al auto), especialmente al warmup, e hicimos los cambios correctos rumbo a la carrera», dijo en conferencia de prensa.
«Solo que no tuvimos la velocidad ante la competencia, velocidad en recta. Tuvimos una buena batalla con JR (Hildebrand) en las últimas vueltas, pero no pude hacer nada ante ello. Creo que el tercero es bueno tras venir de 15° y sabiendo del fin de semana que tuvimos el año pasado».
El piloto de Andretti Autosport lucía algo decepcionado tras clasificar en 15° posición, después de que en las prácticas batalló primero con la puesta a punto y después con la velocidad.
Sin embargo, estaba confiado en sus posibilidades para la competencia, en la que a pesar de tardar en encontrar el nivel adecuado de downforce delantero, logró estar a la altura de Hildebrand, quien igualó su mejor resultado dentro del serial, y Will Power, a quien venció tras adelantar su última ronda de detenciones, estando alerta sobre el nivel de degradación de neumáticos.
«Con la temperatura de pista tan alta como lo es en un día de carrera, un vez que llegas a la vuelta 30 o 35 con (las mismas) llantas, es como correr en una pista de hielo con tenis puestos», describió.
«Quieres correr por ti mismo, y se vuelve muy difícil, especialmente al final. Sientes como si te hubieran quitado los alerones y te estuvieras deslizando por todos lados».
A pesar de subir al podium por segunda vez en el año, y por 37° en su trayectoria, Hunter-Reay se mantiene 14° en el certamen, caracterizado por tener velocidad y ser contendiente por victorias, pero afectado por diversas circunstancias, principalmente las que no tiene bajo control.
Prueba de ello fueron los retiros por fallas mecánicas en Long Beach e Indianapolis, así como el accidente múltiple en Texas en el que solo fue un pasajero. Por ello, espera que esto sea el inicio de una buena serie de resultados, como hace dos años, cuando el triunfo conseguido en Iowa propició que subiera de 14° a sexto durante la última parte de dicho torneo.
«Ha sido una de esas temporadas en las que no parece que podamos tener un respiro», dijo.
«Como he estado diciendo, no necesito buena suerte, no necesito mala suerte, no quiero nada de ello. Solo quiero que no haya variables que entren en juego que estén fuera de nuestro control, y eso es lo que tuvimos hoy».