El estadounidense compartió su historia este lunes, en un reportaje especial cuya misión es concientizar a la gente para cuidar su salud.
La noticia comenzó a trascender la tarde-noche del viernes, mientras la IndyCar preparaba sus actividades en Phoenix, mientras la NASCAR visitaba Richmond. El sábado, Michael Andretti compartió uno de los incontables mensajes de aliento que se extendieron en las redes sociales.
Este lunes, Dave Calabro, el hombre principal en el sonido local del Indianapolis Motor Speedway y periodista de la estación de la NBC en el área de Indianapolis, presentó un reportaje en el que relata la experiencia que John Andretti ha atravesado durante todo el año.
Lo que comenzó como un chequeo de rutina se convirtió en la carrera por su vida.
El hijo mayor de Aldo Andretti, hermano gemelo de Mario, se sometió en enero a una colonoscopía, la cual detectó un cáncer colorectal en Etapa 3 y que obligó a que le removieran alrededor de 30 centímetros de dicho órgano; sin embargo, el tumor se expandió a su hígado, por lo que cada dos semanas se somete a tratamientos de quimioterapia, en la clínica más cercana a su hogar en Concord, Carolina del Norte.
«Ahora estoy en Etapa 4A. Solo hay (más adelante) una etapa 4B según lo que entendí», compartió para el canal WTHR 13. «La buena noticia es que todavía estamos en el lado de que hay una buena oportunidad de ser curada».
Andretti es uno de los pilotos más respetados y reconocidos del automovilismo estadounidense. Quizá no habrá sido el campeón mundial que fue su tío, o tan mediático como su primo, pero su versatilidad en todo lo que tuviera cuatro ruedas lo posicionó dentro del deporte por cuenta propia.
Es el primer ganador de una carrera de IndyCar (CART, en ese entonces) en las calles de Surfers Paradise, Australia, con un auto del legendario Jim Hall. Nadie le quita la distinción de ser el primer piloto en completar el «Doblete», es decir, participar en las «500 Millas de Indianapolis» y las «600 Millas de Charlotte» de NASCAR en el mismo día (1994).
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La Indy 500 fue un evento en el que corrió en 12 ocasiones, siendo quinto en 1991, también con Hall/VDS Racing, mientras que las «500 Millas de Daytona» no le llevaron mucha suerte, al no llegar mejor que el 13° de 2004, con Dale Earnhardt Inc.
Pero en contraste, no cualquiera puede presumir que logró triunfos para Richard Petty y Cale Yarborough en los stock cars; además, se aventuró brevemente en los «cuartos de milla» de la NHRA y venció en las «24 Horas de Daytona», como parte de IMSA, en 1989 con un Porsche 962.
Manejó todo tipo de coches, desde los Lola que alimentaron los programas de Porsche y Ford, hasta los Dallara de Marty Roth y su primo Michael, llevando además el número 43 de Petty.
Fuera de la pista, se ganó la simpatía de los niños del Riley Hospital for Children, organizando carreras de karting para su beneficio, siendo un evento que llegará este año a 20 ediciones. Además, desde la última vez que se subió a un coche de NASCAR, en 2010, ha ayudado a desarrollar la carrera de su hijo Jarett en USAC.
Pero aún con este mal, John sigue con su vida lo más normal que se pueda. En junio, estará en la boda de una de sus hijas, y días después se someterá a una operación para extraer la porción cancerosa de su hígado.
«Soy un hombre mayor», dijo. «En esta parte de mi vida es que, si esto iba a suceder, era mejor ahora. Ves a estos niños… he hecho todas estas cosas. Tengo muchas cosas que me gusta hacer».
Andretti compartió la historia con Calabro con la finalidad de hacer conciencia en los hombres de más de 50 años (él cumplió 54 en marzo) para hacerse chequeos periódicos.
La nota completa se puede leer en este enlace, mientras compartimos nuestras oraciones positivas.