Pocos segundos después de cruzar la meta, Simon Pagenaud se dio tiempo de festejar con los aficionados, tomar la bandera a cuadros y mostrar mucha emotividad.
A pesar de ser una prueba enmarcada por un accidente que acabó con la jornada de cinco autos en la primera vuelta, por la alta dificultad para hacer rebases y por otra bandera amarilla que cayó en el momento adecuado, el campeón de la categoría, con toda su experiencia en eventos de endurance y circuitos permanentes, no pudo ocultar su alegría al hacer conseguido una de sus metas cuando llegó al continente americano: ganar en un óvalo.
«Estaba muy emocionado al final de la carrera porque he estado persiguiendo esto», afirmó en conferencia de prensa, luego de ganar en el Phoenix Raceway.
«El deseo de ser bueno en óvalos, para mí, era muy fuerte. Quería llegar a América y poder empaparme del deporte, empaparme de los óvalos y demostrar que podía hacer el trabajo».
Siendo un sueño de muchos años, Pagenaud reconoció que este proceso tuvo sus dificultades, debido a que llegó en un momento en el que la categoría disminuyó gradualmente su presencia en óvalos. Champ Car no corrió en este tipo de pistas en 2007, mientras que IndyCar no ha visitado más de seis autódromos por año desde 2012.
Por ende, todos los aspectos que implica este tipo de manejo han sido difíciles de aprender, aunque estando en equipos competitivos, como Schmidt Peterson Motorsports y Team Penske, le han ayudado a perfeccionar su mentalidad para competir.
En Phoenix, sabía que tenía un mejor auto que sus coequiperos Will Power y Helio Castroneves, pero decidió ser inteligente ante las circunstancias.
«Pudimos ser capaces de guardar combustible detrás de Will y detrás de Helio. Eso nos ayudó a extender nuestra ventana. Fuimos un poco suertudos con la amarilla que apareció, pero eso fue porque fuimos capaces de extenderla, y trabajó para nosotros», aseguró.
Pagenaud reconoce que en los óvalos cortos, como Phoenix y Iowa, hay que tener mayor habilidad para poder ganar, por lo que es complicado obtener algún aprendizaje concreto rumbo a las «500 Millas de Indianapolis», evento del cual ha dicho que requiere una preparación diferente y que se ha convertido en su meta principal para este año.
«Indianapolis es más como un juego de ajedrez, al estar ahí en una carrera más larga, 500 millas. Pero aquí es muy físico, tienes que tener la cabeza muy despejada, a pesar de estar sometido físicamente, y también necesitas estar en ritmo con el auto muy agresivamente con el tráfico», describió.
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«Indy es un poco diferente. Tienes más tiempo para reflexionar de la curva previa a la siguiente curva. Aquí es muy parecido como un bullring. Es muy difícil hacerlo bien».
Así como el año pasado, Pagenaud lidera el campeonato de IndyCar rumbo al Mes de Mayo, 18 puntos delante de Scott Dixon; la de Phoenix fue su décima victoria en la serie.
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